El pasado 31 de octubre hemos presentado al Santo Padre y al mundo, en general, a través de una rueda de prensa, el texto “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”.
Al cumplirse un año de la realización de esta Primera Asamblea Eclesial, inédita en América Latina y el Caribe, y a nivel de la Iglesia Universal, precedida por una amplia consulta previa en perspectiva de ‘escucha’, reafirmamos que el proceso que se ha desatado para asumir las ‘deudas’ con la Conferencia de Aparecida —realizada hace más de 15 años en Brasil—, nos ha permitido ‘caminar juntos’, teniendo como criterio fundamental la eclesiología del Pueblo de Dios.
No nos cabe duda que la eclesiología del Pueblo de Dios no se opone, sino que incluso necesita de la colegialidad episcopal. Pero, de igual manera, tenemos muy claro que en la medida en que todos nos sintamos Iglesia, y trabajemos sinodalmente, tendremos una mayor capacidad evangelizadora.
De ahí el pedido del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) de apropiarse del contenido del texto que ha brotado de la Primera Asamblea Eclesial —disponible en español, portugués, inglés, francés, italiano y alemán—, el cual buscar ser fiel a la vocación profética de la Iglesia de nuestro continente, en respuesta a los clamores de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y expresando nuestra opción preferencial por los pobres.
La apropiación del texto se expresa en el apoyo permanente a la reflexión y a la acción pastoral de la Iglesia en América Latina, en comunión con el Obispo de Roma y al servicio de las Conferencias Episcopales, como se expresa en el trabajo de articulación de redes de acción pastoral a nivel continental y transcontinental para responder a los desafíos de las realidades de la migración, la trata de personas, el cuidado de la ‘casa común’, la defensa de los derechos humanos, la niñez, la juventud y las mujeres vulnerables, los pueblos indígenas y afrodescendientes, la educación católica, entre otros.
La apropiación del texto se expresa en el apoyo permanente a la reflexión y a la acción pastoral de la Iglesia en América Latina, en comunión con el Obispo de Roma y al servicio de las Conferencias Episcopales.
Para ello seguiremos promoviendo la configuración y el fortalecimiento de redes eclesiales como la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la Red Eclesial Mesoamericana (REMAM), la Red Eclesial del Acuífero Guaraní y del Gran Chaco, la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR), el Proyecto de Centralidad de la Niñez, entre otros.
De igual forma, la oferta de espacios de formación con perspectiva latinoamericana a diversos actores eclesiales y sociales, junto con la elaboración y divulgación de estudios e investigaciones relacionadas con la realidad latinoamericana y caribeña, que permiten no solo tener diagnósticos fundamentados, sino prospectivas de acción vitales para la Iglesia, a la luz de la Doctrina Social, nos compromete a dar testimonio de que es posible una Iglesia sinodal en salida hacia las periferias, discípula y misionera, mística y profética, apasionada por el cuidado de la casa común.
Seguiremos apostando por la comunicación, el encuentro y la socialización de experiencias de acción pastoral entre las diferentes Conferencias Episcopales y redes eclesiales de América Latina y el Caribe, en comunión con la Santa Sede, disponiendo de espacios y medios de comunicación para favorecer la participación, la escucha y el trabajo en sinodalidad. ¡Todos somos discípulos misioneros en salida!
Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: ADN CELAM.