Iglesias locales, organizaciones sin fines de lucro, algunos departamentos del gobierno, la Cruz Roja de Birmania y donantes privados continúan respondiendo a la afluencia de nuevos desplazados internos, ofreciendo refugio y alimentos.
Desde el comienzo de este año, el conflicto entre el Ejército birmano y el Ejército para la Independencia Kachin (KIA, por sus siglas en inglés) se ha intensificado en muchas partes del estado Kachin en Birmania.
Como consecuencia de los intensos bombardeos de artillería y los ataques aéreos del ejército birmano, miles de civiles, en su mayoría mujeres y niños, han huido de sus aldeas. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA), informa que solo en abril más de 6.800 personas fueron desplazadas.
En total, ya son más de 100 mil los desplazados internos (IDP) que viven en campamentos en todo el estado Kachin.
Iglesias locales, organizaciones sin fines de lucro, algunos departamentos del gobierno, la Cruz Roja de Birmania y donantes privados continúan respondiendo a la afluencia de nuevos desplazados internos, ofreciendo refugio y alimentos. De los nuevos desplazados, las mujeres embarazadas, los niños y los ancianos son los más vulnerables.
Los padres y madres que han huido de sus hogares están preocupados por la educación de sus hijos, ya que no está claro si se permitirá que los niños desplazados asistan a las escuelas públicas en las áreas donde ahora residen.
En las últimas semanas, las contrapartes del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Birmania han ayudado a llevar a los desplazados internos a lugares seguros, han puesto en marcha actividades con niños y visitado a las familias recientemente desplazadas. El JRS también apoyó las evaluaciones iniciales para identificar las necesidades en las áreas de acogida de muchas de las personas desplazadas, poniendo una atención especial a las necesidades educativas.
Antes de este recrudecimiento del conflicto, el JRS ya estaba ayudando a otras organizaciones en Kachin con servicios educativos en los campamentos de desplazados. Entre otras cosas, dicha ayuda consistió en cubrir las tasas de matrícula de los estudiantes, los materiales educativos, los salarios de los maestros y la capacitación de docentes. En 2017, más de 70 maestros recibieron formación para brindar una educación de calidad a unos 3.400 estudiantes a través de las entidades apoyadas por el JRS.
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Fuente: http://es.jrs.net