Al menos 55 presos murieron entre el domingo el lunes en cuatro unidades penitenciarias de Manaos, en el estado Amazonas.
Al menos 55 presos murieron, entre el domingo 26 y el lunes 27 de mayo, como consecuencia de enfrentamientos en cuatro unidades penitenciarias distintas del estado, ubicado en la región norte del país.
Cuarenta de ellos fueron encontrados sin vida el lunes, mientras que otros quince habían sido reportados como muertos en la tarde del domingo durante las visitas familiares, en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim.
VIOLENCIA MORTAL ENTRE LOS PRESOS
Según la Secretaría de Administración Penitenciaria del Estado (SEAP), los cuerpos encontrados este lunes presentaban señales de asfixia y fueron hallados en celdas cerradas.
Otras muertes fueron causadas por heridas hechas con cepillos de diente afilados y estrangulación, según informan periódicos locales.
En este contexto, las autoridades han dicho que la situación en las cárceles está bajo control por el momento, aunque el gobernador local, Wilson Lima, describió la situación actual como una “crisis”.
Asimismo, el gobierno de Amazonas atribuyó la matanza del domingo a una pelea entre los presos. Las unidades donde ocurrieron los hechos son el Instituto Penal Antônio Trindade (25 muertos); la Unidad Penitenciaria del Puraquequara (6); el Centro de Detención Provisional Masculino (5); y el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (4).
Los quince presos que murieron el domingo en esta última unidad localizada en la ciudad de Manaos, fueron atribuidos por el gobierno de Amazonas a una pelea entre ellos.
MATANZA EN LA MISMA UNIDAD CARCELARIA EN 2017
Esta unidad fue el mismo lugar donde, en 2017, ocurrió la que es considerada la mayor matanza en una prisión del estado: terminó con 56 muertos, en una rebelión que duró cerca de diecisiete horas.
Una encuesta de BBC News Brasil en septiembre de ese año arrojó que “la masacre fue causada por la rivalidad entre las facciones criminales Familia del Norte (FDN) y Primer Comando de la Capital (PCC)”, en una disputa por el control de los presidios de la capital amazonense.
Sobre las muertes del domingo, sin embargo, el titular de la SEAP, Marcus Vinicius, afirmó en rueda de prensa que el estado “no ha identificado facciones”.
El gobierno de Amazonas ha dicho que, por el momento, están adoptando “medidas disciplinarias en las cárceles” y que los responsables de las muertes serán llevados ante la justicia una vez terminadas las investigaciones.
DOLOR POR LA PÉRDIDA DE VIDAS HUMANAS
Por su parte, Don José Albuquerque de Araújo, obispo auxiliar de Manaos, lamenta la muerte de decenas de seres humanos, el aumento de la violencia y el terror practicado por las facciones criminales: “Son víctimas de una sociedad que excluye, que no ofrece oportunidades, que favorece y facilita el mundo del crimen”.
“Los prisioneros son hijos de Dios y aunque hayan cometido crímenes, deben ser ayudados a arrepentirse y cambiar sus vidas”, añade el prelado.
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Fuente: www.vaticannews.va