Admirado por el mundo entero, Pelé ha fallecido a los 82 años. Brasil despide “O Rei” que en su carrera ganó tres Copas del Mundo y marcó un total de 1.281 goles en 1.363 partidos, con tres días de luto nacional.
EDSON ARANTES DO NASCIMENTO, SIMPLEMENTE PELÉ
La historia de Pelé se entrelaza ante todo con la de su nombre. Para la elección, su padre João Ramos do Nascimento, había decidido homenajear al inventor estadounidense Thomas Alva Edison. Pero al registrar al recién nacido en Tres Coracoes, en el estado brasileño de Minas Gerais, el secretario se había equivocado al omitir la “i”. De niño, Edson Arantes do Nascimento jugaba descalzo por las calles con pelotas hechas de trapos o hasta con un mango. Entre sus ídolos había un portero llamado “Bilé”. El pequeño Edson gritó “Bilé, Bilé”. Al oír ese nombre mal pronunciado, sus compañeros de colegio empezaron a llamar a su amigo por el apodo de Pelé. “Todos los niños de la escuela —recordó más tarde el campeón brasileño en una entrevista a Globo Tv— gritaban ‘Pelé, Pelé’, y yo me peleaba con todos. Así recibí el apodo de Pelé, sin saber por qué. Hoy me encanta, porque es un nombre conocido en todo el mundo”.
UN TESORO NACIONAL
La parábola deportiva de Pelé es extraordinaria. Nacido en 1940, su infancia estuvo marcada por la pobreza. A los 15 años, fue convocado para una prueba con el Santos. Pocos años después, su popularidad ya no tiene límites. En 1967 jugó un amistoso en una tierra, Nigeria, sacudida por la guerra civil. Se firma una tregua de dos días para que todos puedan ver a la estrella brasileña sobre el terreno de juego. En Brasil fue declarado “Tesoro Nacional”, y en la final de la Copa del Mundo de 1970, disputada en Ciudad de México contra Italia, marcó un tanto memorable: se quedó como suspendido en el aire, siendo uno de los goles más emblemáticos de la historia del fútbol. Fue 1974 el año en que se trasladó a Estados Unidos. En 1977 jugó por última vez, en un partido amistoso entre el Cosmos de Nueva York y el Santos, que fue retransmitido por televisión en 38 países.
COMPROMISO SOCIAL
Tras retirarse, Pelé asumió varios cargos institucionales, entre ellos el de embajador de la ONU. En 1995 fue nombrado Ministro de Deportes de Brasil. En las décadas siguientes también destacó en labores sociales, como la lucha contra la droga y las batallas contra el racismo.
ENCUENTROS CON LOS PAPAS
El primer encuentro de Pelé con un Pontífice fue en 1966, cuando el astro brasileño del fútbol fue recibido por el Papa Pablo VI. Le siguieron encuentros, siempre en privado, con Juan Pablo II en varias ocasiones, y con Benedicto XVI en 2006. Durante su pontificado, el Papa Francisco se ha preguntado repetidamente: ¿Quién es mejor, Pelé o Maradona? Una pregunta, de la que nos hicimos eco, por ejemplo, durante el encuentro con los miembros de la comunidad católica Shalom, que está destinada a extenderse más allá de América Latina y a quedar sin respuesta. El 21 de febrero de 2014, Francisco recibió a la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien regaló al Papa una camiseta de la selección brasileña, firmada por Pelé y con la dedicatoria: “Al Papa Francisco, con respeto y admiración”.
El primer encuentro de Pelé con un Pontífice fue en 1966, cuando el astro brasileño del fútbol fue recibido por el Papa Pablo VI. Le siguieron encuentros, siempre en privado, con Juan Pablo II en varias ocasiones, y con Benedicto XVI en 2006.
LAS CONDOLENCIAS DE LA IGLESIA CATÓLICA
La Iglesia católica también ha mostrado sus condolencias por la muerte de uno de los mejores futbolistas de la historia. En nombre de la archidiócesis de Sao Paulo, su Arzobispo, el cardenal Pedro Odilo Scherer, publicó un mensaje de pesar y solidaridad, en el que se lee: “Expreso mi pesar por el fallecimiento del Sr. Edson Arantes do Nascimento, Pelé, ocurrido el jueves 29 de diciembre”. “La Arquidiócesis de São Paulo ofrece sus oraciones por Pelé, pidiendo a Dios que lo reciba en la eternidad y que consuele a sus seres queridos y a todos los que lloran su partida”.
Por su parte, también el cardenal Orani Tempesta, expresó sus condolencias: “Con la muerte de Edson Arantes do Nascimento surgen muchas reflexiones en las personas que vivieron aquella época en la historia del fútbol brasileño, y también en el mundo”. Él mismo cuenta que pasó su infancia y juventud siguiendo los partidos de Pelé con el Santos y la selección brasileña, afirmando que “es evidente que en el momento de su partida vienen a la memoria las experiencias y emociones vividas durante esta importante etapa de la vida”, llamando a “reflexionar sobre su contribución al deporte de nuestro país”. El cardenal Tempesta destaca también la labor del astro del fútbol en favor de los derechos humanos y de la paz en el fútbol, y el respeto, admiración y gratitud que de ella se desprende.
Fuente: www.vaticannews.va / Imagen: FreeImages.