Brújulas Pascuales II: El Resucitado en Juan 21 y los desafíos de la Iglesia

La experiencia originaria de la comunidad nos ayuda a profundizar en nuestro propio acto de seguimiento de Jesús y de cómo ese seguimiento tiene que ver con procesos de conversión permanente.

En esta segunda entrega de las “brújulas pascuales” quisiera centrar mi atención en Juan 21. El último capítulo del cuarto evangelio es un texto profundamente simbólico: enmarca la pesca de noche, no hay resultados, en la mañana a los discípulos les amanece a la orilla del lago, Jesús preparando desayuno, la confirmación de Pedro. Hay muchas “brújulas” en el relato. Juan 21 nos hace encontrar al grupo de discípulos a la orilla del lago de Galilea, la cual para Mateos y Barredo (1979) simboliza el límite de la evangelización. También nos puede hacer recordar al paso del Mar Rojo la noche del Éxodo en donde en la otra orilla se encuentra la tierra prometida (Ex 14,24). La tierra prometida está al otro lado del mar. En la orilla del lago está Jesús Resucitado. Aquí es importante rescatar que la Pascua se comprende siempre como el paso de la noche al día (Jesús resucita en la mañana, el pregón pascual declara que la noche fue la única que conoció el momento de la resurrección, a Magdalena le amanece en la irrupción de la palabra de Jesús…).

Ampliemos desde a la situación de los discípulos. En la noche de búsqueda de pesca no encuentran fruto del trabajo, pero en la mañana aparece la voz que les indica cómo pescar y encuentran pesca, pesca que debe ser llevada por los discípulos, es decir, es una acción conjunta entre Jesús y la Iglesia, pero operativizada por la Iglesia. Si Jesús falta, la pesca será infructuosa. La voz o la “intuición del Espíritu”, como la llaman Mateos y Barredo (1979), es aquella que permite saber dónde está la pesca. Mateos y Barredo indican que la mención de la noche, lejos de ser solo una precisión temporal o cronológica, es necesario entenderla en una perspectiva simbólica, o como ellos la denominan, como “una actitud” y que la mañana y su llegada es símbolo de la llegada o presencia de Jesús (Mateos y Barredo, 1979).

Si Jesús falta, la pesca será infructuosa. La voz o la “intuición del Espíritu”, como la llaman Mateos y Barredo (1979), es aquella que permite saber dónde está la pesca.

El capítulo 21 sirve también como un modelo de Iglesia. Adriana Destro y Mauro Pesce (2002) indican que “la experiencia vivida en la aparición (del resucitado) sirve a los discípulos, según la visión del redactor, para dar un trasfondo nuevo, sugestivo y sobrenatural a Jesús y a su ministerio. Con las apariciones, la idea que los discípulos tienen del maestro se desarrolla, se enriquece y se completa”. Con ello hay una auténtica experiencia de transformación en cuanto la Pascua misma es transformadora. Se pasa de la noche al día, de la falta de pesca a la abundancia de pesca, de estar solos en la barca a vivir reconociendo que Jesús está en medio del lago. La Iglesia ha de volver continuamente al reconocimiento de que todo plan pastoral es infructuoso si Jesús no está en el centro de ese proceso (Castro Sánchez, 2001). Hablo de proceso por lo siguiente: salida a pescar – intentos de pesca – voz de Jesús – pesca – vuelta a la orilla – reconocimiento – comida común. No es un evento aislado, sino que es un eslabón en medio de una cadena más amplia. La iglesia-comunidad debe vivir el proceso no solo el evento.

Aquí podemos reconocer el tema de la brújula, es decir, de cómo el texto mismo es una orientación para el lector y, en particular, para los modos de hacer y vivir el ser Iglesia. La experiencia originaria de la comunidad nos ayuda a profundizar en nuestro propio acto de seguimiento de Jesús y de cómo ese seguimiento tiene que ver con procesos de conversión permanente. Esta es la Iglesia “pospascual”, como la denomina Castro Sánchez (2001), es decir, la Iglesia marcada por la Pascua y desafiada por la misma Pascua, en cuanto ella es un momento de crisis, de puesta en tensión que permite la emergencia del discipulado abierto a la misión universal a la que es enviada por el Resucitado.


Imagen: Pexels.

logo

Suscríbete a Revista Mensaje y accede a todos nuestros contenidos

Shopping cart0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0