Canal de Panamá, eje estratégico en el centro de la contienda

El canal de Panamá, principal fuente de ingresos del país centroamericano, está cada vez más en el centro de una disputa entre Estados Unidos y China. La empresa china CK Hutchison ha anunciado que acordó vender parte de sus activos portuarios a un consorcio de inversores liderado por la firma de inversión neoyorquina BlackRock, en una operación valorada en unos 23.000 millones de dólares.

Un paso estratégico para el comercio internacional; tecnología de punta. El canal de Panamá, principal fuente de ingresos del país centroamericano, está en el centro de una disputa entre Estados Unidos y China. Panamá está en medio, llamada a equilibrar los intereses económicos nacionales, las nuevas prioridades estadounidenses y los acuerdos con Pekín.

LOS OBJETIVOS DE TRUMP

Tomando posesión por segunda vez en la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Donald Trump, reconociendo ya en su discurso de investidura el fuerte peso de la obra en el comercio mundial, reclamó autoridad sobre el canal al quejarse de los excesivos costes para el paso de los barcos estadounidenses, a pesar de que existe una especie de ventaja prioritaria para el comercio liderado por Washington.

Trump también se quejó del supuesto control de Pekín sobre el tráfico de barcos que atraviesan el canal de Panamá. Hasta 1999, era Estados Unidos quien controlaba el canal, considerado una auténtica joya de la ingeniería. Desde entonces, el traspaso de la gestión ha pasado definitivamente a manos de Panamá tras varios cambios y diatribas que periódicamente vuelven al centro de la atención mediática.

La alta tecnología que proporciona el canal permite a los buques ahorrar muchas horas de viaje y combustible para pasar del océano Atlántico al Pacífico. En los últimos años, algunas condiciones climáticas han provocado complicaciones por la sequía, disminuyendo el número de buques en tránsito.

Trump se apoya en la historia y en el curso de los acontecimientos para reivindicar el peso que la causa estadounidense debe tener en el canal. En una de las salidas en las que habló de esto, el presidente estadounidense también amenazó con el uso de fuerzas militares, pero luego reconoció el despliegue innecesario de tropas.

Trump se apoya en la historia y en el curso de los acontecimientos para reivindicar el peso que la causa estadounidense debe tener en el canal.

No es casualidad, por tanto, que Trump también acusara a Pekín de tener el control directo del canal. «Se lo dimos a Panamá, pero ahora pertenece a los chinos», dijo en una conferencia.

EL PAPEL DE CHINA Y LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS

Los últimos acontecimientos, sin embargo, confirman una situación cambiante. Desde 2017, Pekín ha entablado una serie de negociaciones comerciales con Panamá, que había roto relaciones con Taiwán ese mismo año, por el control de dos de los cinco puertos adyacentes al canal.

Un movimiento en el contexto de las inversiones y proyectos de la Belt and Road Initiative, la iniciativa china que el presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció en las últimas semanas que no tiene intención de renovar.

La empresa china Hutchison Ports Holdings, a través de su participación en Panama Ports Company, ha operado en los últimos años el puerto panameño de Balboa, situado en el lado Pacífico de Panamá, y el puerto de Cristóbal, que da al Atlántico. Hutchison Ports Holdings, por tanto, ha sido el mayor operador portuario de la zona en los últimos tiempos.

El 4 de marzo, CK Hutchison anunció que había acordado vender algunos de sus activos portuarios globales a un consorcio de inversores liderado por la firma de inversión neoyorquina BlackRock en una operación valorada en unos 23.000 millones de dólares. El apretón de manos se produjo justo después de que la Administración Trump amenazara con retomar el control del Canal, citando la explotación de dos puertos panameños por parte de CK Hutchison como prueba del control chino.

UN CHOQUE ESTRATÉGICO

El periódico chino Ta Kung Pao calificó de «acto de sumisión y traición» la decisión de CK Hutchison de vender su negocio portuario mundial a un consorcio dirigido por BlackRock, alegando que la empresa sacrificó los intereses nacionales en aras de los beneficios. Sin embargo, el acuerdo resultó ser una ganancia inesperada para la empresa china Ck Hutchison, que convenció a BlackRock para que pagara muy por encima del valor del negocio portuario.

La empresa, anteriormente dirigida por el multimillonario de Hong Kong, Li Ka-shing, afirmó haber obtenido más de diecinueve mil millones de dólares en efectivo solo por la operación de Panamá, frente a un valor estimado de unos diez mil quinientos millones de dólares.

Sin embargo, la celebración del acuerdo por parte de Trump como una victoria para EE.UU. en un discurso hace unos días puede haber alentado una reacción nacionalista por parte china.

El diario Ta Kung Pao también calificó el acuerdo sobre el canal de Panamá como un «acto de coerción hegemónica», especulando con que un canal de Panamá «americanizado» ayudaría a Washington a costa de las empresas chinas. Una postura que confirmaba inevitablemente el enfrentamiento estratégico entre ambos.


Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.

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