Invita a “eliminar las barreras que nos separan” en un mensaje para el Eid al-Fitr, fiesta que marca el final del Ramadán.
La auténtica reconciliación que Irak necesita, urgentemente, se manifiesta dejando de lado las confrontaciones y perdonándose mutuamente con valentía, eliminando “las barreras que nos separan”, a fin de “reforzar las relaciones, vivir en armonía y colmar el ambiente que nos rodea de amor y alegría”, y garantizando “iguales derechos y deberes” para cristianos y musulmanes. Así lo reitera el patriarca caldeo Louis Raphael Sako en su mensaje a todos los fieles islámicos, a quienes llama “nuestros hermanos en la humanidad”, con ocasión del Eid al-Fitr, la fiesta que marca el final del Ramadán, el mes dedicado al ayuno.
Ante el sufrimiento del pueblo iraquí en los últimos años —masacres, destrucción y éxodo forzoso de gran parte de la población del norte de Irak— el patriarca caldeo propone como única opción razonable para el futuro la posibilidad de vivir en paz la “fraternidad humana”, que reconoce paridad de dignidad, igualdad de derechos e igualdad de deberes. La fórmula utilizada en este pasaje por el patriarca contiene una referencia implícita al documento sobre la fraternidad humana firmado en Abu Dhabi por el Papa Francisco y el gran imán de Al Azhar, el pasado 4 de febrero. La nación iraquí —subraya el patriarca— es un “patrimonio compartido” por ciudadanos pertenecientes a todos los grupos sociales y religiosos.
Y ahora más que nunca la responsabilidad de garantizar y fomentar la coexistencia de los diferentes grupos debe inspirar a los líderes y a las instituciones. “Me siento guiado a compartir estos pensamientos y deseos con ustedes”, escribe el patriarca en su mensaje a los musulmanes, entre otras cosas, “porque confío en que cada uno de nosotros sea capaz de reconocer que dicha reforma debe venir de dentro y no debe confiarse a otros agentes que trabajan desde fuera; teniendo en cuenta que los iraquíes ya no tienen la fuerza para soportar otras guerras”.
Al final del mensaje, el cardenal Sako reza para que Dios bendiga a los iraquíes con la paz, la estabilidad y el feliz regreso de muchos refugiados a sus hogares.
EID AL-FITR
La festividad es el 4 de junio, y marca la finalización del mes de oración y ayuno, y concluye la noche del día sucesivo. En la ocasión los musulmanes agradecen a Alá por haberles dado la fuerza y bendiciones, en la esperanza que el mes sagrado de Ramadán los haga acercarse a Dios y a la perfección pedida a cada creyente.
El primero en celebrar el Eid al-Fitr fue el mismo Mahoma, en el año 624 d.C, después de una batalla importante. Los festejos cambian según la pertenencia al mundo sunnita o chií, o de los lugares de origen; en general los musulmanes se reúnen en las mezquitas o al aire libre, como en los parques, para recitar las oraciones de la mañana.
Al final se reúnen para consumir la comida, primero a la luz del día. Las celebraciones continúan por tres días y son consideradas como la fiesta nacional en los países de mayoría musulmana. A esto se agregan actos especiales de caridad como almuerzos o banquetes para los más pobres. El Eid al-Fitr es ocasión de encuentro entre cristianos y musulmanes y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso prepara cada año un mensaje oficial. (RD/Agencias)
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