Poco más de una semana después del inicio de la guerra en Ucrania, ACNUR ha informado de que más de 1.045.459 personas han huido a los países vecinos, como Polonia, Eslovaquia, Hungría, Moldavia, Rumania y Bulgaria, con la esperanza de encontrar seguridad para ellos y sus seres queridos, en una época de intensa violencia e incertidumbre.
En Eslovaquia, unos 70.000 ucranianos han cruzado la frontera y el personal y los voluntarios de Caritas de cuatro diócesis se están preparando para coordinar su respuesta y hacer frente a la crisis de refugiados.
Mientras, en la vecina Rumania, donde la policía fronteriza ha informado de la entrada de 45.000 refugiados procedentes de Ucrania, Caritas sigue estableciendo una serie de centros de refugiados en varias ciudades, para ofrecer alojamiento, comidas y transporte a los beneficiarios. Caritas Rumania también invita a los refugiados a permanecer vigilantes, ante las personas que proponen transporte y alojamiento privado a los refugiados. Ha habido indicios de que la delincuencia organizada está activa a ambos lados de la frontera y el riesgo de tráfico de personas es alto.
Caritas Moldavia está trabajando con las autoridades locales y las parroquias para llegar al mayor número posible de los 65.000 refugiados que han cruzado la frontera, ofreciendo alimentos, agua, paquetes con artículos para la higiene, así como asistencia social y emocional a cientos de personas, especialmente mujeres y niños, en los centros de refugiados del gobierno en Chisinau, Ocnita y Palanca. El personal y los voluntarios de Caritas esperan abrir centros de crisis en otros lugares, según las necesidades y la capacidad.
Caritas República Checa distribuye alimentos y ropa, pero también otros artículos, como cargadores de teléfonos móviles, teléfonos celulares y tarjetas SIM. También está ayudando a los refugiados a encontrar un alojamiento seguro. El personal de Caritas también está ayudando a los refugiados a solicitar visados y algunos documentos que necesitan. Los centros de asesoramiento para extranjeros están trabajando intensamente y se centran especialmente en los ucranianos.
Caritas Hungría, en colaboración con las Caritas diocesanas de Nyíregyházi y Debrecen-Nyíregyháza, está acogiendo en la frontera de Barabás-Mezkaszony a las personas que huyen de Ucrania, para que pueden descansar en un lugar abrigado hasta que sus familiares vengan a recogerlos o lleguen a una estación de recepción, desde donde se les dirige al alojamiento. Entre los refugiados hay ucranianos, pero también personas de otras nacionalidades que estaban en Ucrania cuando estalló la guerra.
Mientras tanto, el personal y los voluntarios de Caritas Bulgaria, a través de sus tres oficinas diocesanas de Sofía, Rusa y Vitana, están apoyando a las familias, las mujeres y los niños que llegan a sus fronteras, con alojamiento, alimentos y artículos de higiene, y asistencia psicosocial.
La Confederación Caritas Internacional ha lanzado una campaña de Ayuda Humanitaria para apoyar a los más afectados por esta nueva crisis.
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Fuente: Comunicaciones Caritas Internacional, www.caritas.org/?lang=es / www.iglesia.cl