CELAM continúa animando el proceso de apropiación de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

Un comité organizará conversatorios para seguir ahondando en las seis dimensiones: kerigmática y misionera, profética y formativa, espiritual, litúrgica y sacramental, sinodal y participativa, sociotransformadora y ecológica.

Este 30 de agosto de 2024, la Secretaría General del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) reunió a la Comisión animadora de la apropiación de la Asamblea Eclesial para seguir profundizando en el proceso de apropiación del texto de propuestas pastorales y reflexiones, surgidas de este acontecimiento inédito (2021).

Se ha previsto que un pequeño comité que organizará una serie de conversatorios para seguir ahondando en las seis dimensiones: kerigmática y misionera, profética y formativa, espiritual, litúrgica y sacramental, sinodal y participativa, sociotransformadora y ecológica.

El primer ciclo que comenzará en noviembre, previo a la segunda sesión del Sínodo y en noviembre con el tercer aniversario, versará sobre la dimensión ecológica, apoyándose en experiencias concretas a partir de estas orientaciones pastorales con las redes territoriales.

En esta nueva etapa, ha llegado el momento de visibilizar los avances que desde la Amazonía, Mesoamérica, el Caribe y cono sur se han dado desde la vivencia misma de la sinodalidad, la misión, la evangelización.

A UN MISMO NIVEL

El padre Pedro Brassesco, secretario general adjunto del CELAM, dijo que todo el proceso de la Asamblea: escucha, discernimiento y asamblea, fue “una escuela, como se definió en su momento, un ‘laboratorio práctico de sinodalidad’, que permitió después hacer tal vez para América Latina y el Caribe más fácil el proceso de escucha del Sínodo”.

Por lo que señaló la importancia de dar un lugar prominente a este acontecimiento inédito en el contexto histórico de la Iglesia, al mismo nivel de las cinco Conferencias Generales del Episcopado.

Recordó que durante su participación en el pasado Congreso de teología sinodal remarcó esta necesidad, porque de no hacerlo “pareciera que la Asamblea Eclesial después no existió, cuando realmente produjo cosas muy importantes”.

“Yo creo que tenemos que hacer el esfuerzo y ver cómo ubicar en ese camino de reflexión a las cinco Conferencias Episcopales y la Asamblea Eclesial casi como una sexta instancia de reflexión”, acotó.

LUGAR PROMINENTE

Birgit Weiler, consultora de la Secretaría General del Sínodo, ha pedido no poner en segundo plano el acontecimiento de la Asamblea Eclesial, sobre todo cuando “estamos a puertas de la segunda sesión del Sínodo, Año Jubilar” para que “no se diluya demasiado el aporte de esta Asamblea”.

Birgit Weiler, consultora de la Secretaría General del Sínodo, ha pedido no poner en segundo plano el acontecimiento de la Asamblea Eclesial.

“La Asamblea prácticamente ya nos ha ayudado a abrir canales por donde empezar a implementar lo que son inspiraciones y propuestas profundas del actual proceso sinodal”, sostuvo.

Tampoco la Asamblea Eclesial puede quedar relegada a “ser un anexo”, su aporte va mucho más allá, porque “nuestro pueblo y pastorales han hecho camino en este sentido, han participado sinodalmente, porque muchas de las intuiciones y propuestas que saldrán de esta segunda sesión del Sínodo prácticamente ya han estado muy presentes en la Asamblea Eclesial”.

DOS ASPECTOS CLAVE

El padre David Jasso, secretario técnico en la Conferencia del Episcopado mexicano, durante su gestión como secretario adjunto del CELAM, fue uno de los propulsores de la Asamblea Eclesial.

Considera que la Asamblea Eclesial se ha vertebrado en dos aspectos: “Uno es el temático, es decir, nos puso a tocar temas y que están categorizados en seis dimensiones de evangelización. Ese aspecto creo que es el que le debemos mucho a la Asamblea temáticamente”.

Además, en segundo lugar, la experiencia que generó este acontecimiento ha dejado “una importante ganancia: amplia escucha, ir a la periferia, nuevos lenguajes, nueva metodología, porque recuerden que fue también incipiente la conversación en el espíritu, partiendo del dolor y el clamor hacia las esperanzas y las orientaciones”.

“Me parece que experiencialmente ha hecho mucho en el continente, aunque es fruto de un camino sinodal de hace muchos años”, por supuesto, “hay temáticas que necesitamos volver a poner en la mesa para conversar en torno a ello y tener la riqueza de la Asamblea”.


Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: ADN CELAM.

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