Sr. Director:
A días de que concluya la labor de la comisión de expertos destinada a preparar la propuesta de texto que deberá examinar el Consejo Constitucional, se prenden luces de alarma. Estas revelan que entre esa élite de especialistas tampoco existe suficiente conciencia acerca de las exigencias del momento presente.
Si una cuestión crítica de nuestra realidad institucional es la deficitaria gobernabilidad derivada de la fragmentación de partidos políticos, no se entiende que desde los propios expertos surjan intentos de frenar que las normas constitucionales propendan a que existan agrupaciones políticas sólidas. Y es que hemos observado indicaciones de esos expertos que atentan contra la propuesta (acordada unánimemente en el Consejo) de establecer un 5% como umbral para que un parlamentario sea electo. Buscan permitir que ese porcentaje se establezca como requisito para federaciones integradas por varios partidos. Eso es una trampa, pues deja en calidad de letra muerta ese mínimo de votación. Igualmente, se ve que no ha habido un trabajo acabado para atacar desde distintos ángulos la estructural debilidad de las capacidades del Poder Ejecutivo.
Porque estamos viviendo un momento complejo en el país, en el que los debates no guardan la templanza que se requiere, se anhelarían mayores esfuerzos explícitos para otorgar condiciones de gobierno a quien sea democráticamente elegido como mandatario. Este necesita una coalición de partidos que lo respalde. Así lo demuestra nuestra experiencia como una de las escasas situaciones vigentes de presidencialismo con multipartidismo.
Juan Antonio Reyes D.