Palizas continuas, amenazas a su familia… Regis Iglesias, portavoz del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), habla de las terribles condiciones en que se encuentra encarcelado Eduardo Cardet, sucesor de Oswaldo Payá, “asesinado por el régimen” —denuncia el MCL— hace cinco años.
Eduardo Cardet, el líder opositor cubano de “mayor rango” encarcelado en Cuba, ha sido homenajeado recientemente en Madrid. La ONG Paz y Cooperación ha concedido por unanimidad el Premio Paz y Cooperación a la Libertad de Conciencia al coordinador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL). El jurado, presidido por la austríaca Benita Ferrero-Waldner, ex comisaria europea de Relaciones Externas, contó con miembros de diversas tendencias políticas, como el popular José María Gil Robles o el socialista Enrique Barón. Recogió el galardón en nombre de Cardet el portavoz del MCL, Regis Iglesias, que pasó 8 años en cárceles cubanas.
— Tras la liberación de Leopoldo López en Venezuela, Eduardo Cardet es probablemente el preso político de “mayor rango” en América Latina. Y, sin embargo, su caso es muy poco conocido por la opinión pública española. ¿Cómo explicarías tú a quien nunca ha oído hablar de él la importancia de su caso?
Eduardo Cardet fue elegido en 2014 coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación. Esta era la responsabilidad que recaía en Oswaldo Payá desde la fundación del movimiento, en 1988, hasta su asesinato por el régimen en julio de 2012. Eduardo se incorporó al MCL en los días en que la mayor parte de sus líderes habían sido secuestrados por el régimen y sentenciados a largas cadenas por lograr el apoyo de miles de ciudadanos cubanos que pedían que se garantizaran derechos enunciados en la propia Constitución cubana para avanzar hacia la democracia desde la legalidad vigente, según aparece en el Proyecto Varela. Los trabajos han seguido en medio de la represión y, en la actualidad, más de 45 mil ciudadanos han respaldado estas demandas.
Eduardo es un padre de familia y un profesional de la salud muy querido y respetado dentro y fuera de Cuba. Él y su familia —su esposa, Yaimari, y sus hijos, que son menores de edad—, durante años han resistido la represión del régimen, que ha invadido literalmente su casa, los ha difamado, los ha agredido… El 30 de noviembre, Eduardo fue brutalmente golpeado y secuestrado en presencia de su familia. Acababa de regresar de Miami, adonde se había trasladado para reunirse con líderes y miembros en el exilio del MCL, y para presentar la campaña “Un cubano, un voto” al alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, en la oficina del senador Marco Rubio.
— Regresó de Miami a Cuba a pesar de las amenazas.
Sí. Estando en Miami, nos enteramos de que a Yaimari se le habían acercado unos esbirros de la policía política del régimen, amenazándole con que su marido sería encarcelado a veinte años de prisión “por reunirse con personas que no debía”. Eso fue lo que le dijeron. Nosotros respondemos a eso que él se vio con líderes electos democráticamente y con activistas que trabajan por la justicia, la libertad y la reconciliación de los cubanos. No hay nada ilegal en eso. Yo, como portavoz del MCL, me he ofrecido a ocupar su puesto en la cárcel si el régimen acepta a liberarlo sin condiciones.
— ¿Qué noticias tienes de él y de su familia? Hace unas semanas el MCL informó que le habían dado una brutal paliza en la cárcel…
Ya las condiciones de las cárceles cubanas son infames para cualquiera, pero con él han utilizado además a presos comunes para golpearle a cambio de beneficios penitenciarios. Esto ha sido una constante durante todo este tiempo. También a su familia le siguen amenazando. Las últimas noticias que tenemos no son muy optimistas. El régimen ha amenazado a Yaimari con trasladar a Eduardo de prisión, a otra provincia, lejos de casa, a pesar de que, por el tiempo que ya lleva cumplido de cárcel (ocho meses de una condena a tres años), ya debería estar en otro tipo de prisión, más abierta. Sigue en una cárcel para presos a la espera de juicio, a pesar de que su juicio se celebró hace ya varios meses. Es totalmente irregular. Están violando todos sus derechos.
— Tú pasaste ocho años en la cárcel, también en prisiones alejadas de tu familia. Conoces bien las duras condiciones en que viven los presos. ¿Qué hace una persona para resistir?
Es la certeza de defender una causa justa y tener la razón; la fe que cierra la puerta al odio y da valor para enfrentarlo; el soplo de brisa que, de alguna manera, siempre llega con la solidaridad de hombres y mujeres buenos, tanto dentro como fuera de Cuba, que se acuerdan y demandan que cese esta injusticia contra un activista encarcelado por defender los derechos de las personas.
— A pesar del encarcelamiento de Cardet, el Movimiento Cristiano Liberación sigue adelante con su campaña “Un cubano, un voto”. ¿Cómo marcha la iniciativa?
Se ha logrado el respaldo de partidos de Europa y de América del sur y del norte. En la isla, más de 110 diputados han sido informados directamente, porque se les ha entregado en mano o en su oficina la información de la campaña. Así que, a pesar de toda la represión, de este acoso a nuestros líderes dentro de Cuba, el MCL continúa creciendo y llevando el mensaje de liberación a cada provincia, a cada municipio en el interior del país. Esto es lo que llevamos haciendo desde hace 29 años. Hemos resistido que nos asesinaran a Oswaldo, que encarcelaran a la mayoría de nuestros líderes, que no nos permitan regresar a la isla… Y otro tipo de presiones en la vida diaria, porque a los miembros del MLC, como a casi todos los miembros de la oposición, se nos cierran las puertas para conseguir un empleo. A pesar de todo esto, continuamos, por la fe y por la convicción de que tenemos la razón y trabajamos por nuestros hermanos y por un país mejor. Eso es lo que nos sostiene. Y, por supuesto, la solidaridad de las personas de buena voluntad.
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Fuente: http://revistasic.gumilla.org