Fueron tres los grandes temas tratados: el del agua potable, la calidad del aire y la abundancia excesiva de residuos.
Ha concluido el sábado 15 de julio el 2º Congreso Internacional de las grandes ciudades dedicado a la encíclica Laudato Sí’ —Alabado Seas— del Papa Francisco, sobre el cuidado de nuestra casa común, con la mira puesta en tres temas fundamentales para los seres vivos, como lo son el agua potable, la contaminación ambiental y calidad del aire y los residuos.
El cardenal Lluís Martínez Sistach, Arzobispo Emérito de Barcelona, presidente de la Fundación Antonio Gaudí para las grandes ciudades, que ha promovido y organizado el evento, con la colaboración del Card. Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro, nos habla sobre este congreso que ha estado dedicado en modo particular al mundo latinoamericano.
Acerca del por qué ha sido puesto el acento en Latinoamérica, el Arzobispo expresa: “En primer lugar, con la Fundación Antonio Gaudí, que presido, quisimos ir a Suramérica porque el Papa viene de allí, de un país lejano, pero que, gracias a la actuación y liderazgo espiritual del Pontífice, se ha convertido en el centro del mundo. Pero hay otra razón importante, y es que en Latinoamérica, concretamente en Brasil, más del 52 por ciento de la población vive en grandes ciudades”.
Al referirse a las cuestiones ecológicas abordadas en el congreso y la finalidad del mismo, el presidente de la Fundación Gaudí hace el punto en los tres grandes temas tratados: el del agua potable, la calidad del aire y la abundancia excesiva de residuos: “Hemos tratado en estos tres días esos tres grandes temas de esta gran problemática, y lo hemos hecho con una doble finalidad: una, práctica, es decir, para que se conozca más la encíclica del Papa Laudato Si’ y se la ponga en práctica, porque la problemática necesita de una solución urgente, y una finalidad ética, aquella de tomar conciencia —la humanidad, los estados, las empresas— sobre la responsabilidad que tenemos de dejar nuestro planeta bien conservado para las generaciones venideras”, explica.
El Cardenal se refiere luego al mensaje enviado por el Papa, “un discurso que encajaba perfectamente con los temas tratados en el congreso”. “El Papa ha hecho hincapié en las Tres ‘R’: respeto, responsabilidad y relación”.
En el mensaje leído en la primera jornada del congreso, el Pontífice señala, en primer lugar, el respeto como la actitud fundamental que el hombre ha de tener con la creación. En segundo lugar, recordando que la responsabilidad ante la creación es el modo con el que debemos interactuar con ella y constituye una de nuestras tareas primordiales, advierte que no podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando advertimos una grave disminución de la calidad del aire o el aumento de la producción de residuos que no son adecuadamente tratados. Y en tercer lugar, el Santo Padre reflexiona sobre la creciente falta de relación que se observa en las grandes ciudades y en las zonas rurales, y pone en guardia contra la falta de raíces y el aislamiento de algunas personas, que son formas de pobreza y que pueden degenerar en guetos y originar violencia e injusticia.
En el congreso uno de los paneles abordó el tema de las aportaciones de las religiones en el respeto de la creación, y en ese sentido el cardenal Martínez Sistach destacó la importancia del mismo: “El panel tenía representantes de distintas religiones: catolicismo, islamismo y judaísmo. Cada uno de los miembros aportó su visión fundamentada en la Biblia, como en el Corán, como también en su devenir y en su actuación en el presente y en el futuro”. “Se vio como absolutamente necesario lo que el Papa dice y que es como el eje que vertebra la Laudato Si’: la necesidad del diálogo, el diálogo interdisciplinar, ecuménico e interreligioso”, señaló el purpurado. “Pienso que este panel era muy importante porque los científicos y los técnicos nos presentan la gran problemática que hay, indican soluciones, pero para ponerlas en práctica las religiones llegan a la conciencia y al espíritu de las personas, llegan a la voluntad, llegan motivar, con motivaciones religiosas, algo que es tan natural, en el buen sentido de la palabra, como es la creación de Dios, al servicio de los seres humanos”.
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Fuente: http://es.radiovaticana.va