Cristina Gallardo-Domâs: «En la expresión artística se devela lo mejor del ser humano»

Es la soprano chilena de más destacada trayectoria internacional de las últimas décadas. Excelsa intérprete de las óperas de Giacomo Puccini y de títulos verdianos como “La Traviata” y “Simon Boccanegra”, fue aplaudida en los grandes escenarios del mundo, como Teatro alla Scala de Milán, Covent Garden de Londres, Metropolitan de Nueva York, Festspielhaus de Salzburgo, Opera de Viena, Opera de París. En 2004 recibió el Premio Laurence Olivier del Reino Unido por su interpretación de “Madama Butterfly”.

—¿Qué debería preocuparnos del presente?

Tras el golpetazo que nos ha dado la vida con la pandemia y que ha afectado a todo el mundo en el presente siglo, arrasando con millones de vidas y produciendo estragos históricos a nivel económico, se presenta un panorama nada fácil. Algunos podrán remontar en un periodo de tiempo y otros lo tendrán muy complejo. Esto ha dejado que campos artísticos, que de siempre lo han tenido difícil, se encuentren ahora en los mismos cánones a los que previamente estábamos acostumbrados. La necesidad ha hecho que la creación se multiplique y que se busquen nuevas formas de expresión; finalmente, es en la expresión artística donde se devela lo mejor del ser humano y donde se vuelven a hacer las preguntas que nos han inquietado desde los orígenes. Las redes sociales se han inundado de propuestas artísticas para salir adelante, y creo que eso tendrá un efecto en cómo concebiremos los espectáculos líricos, la música, la danza, el teatro, desde ahora en adelante. Será un camino aún de nuevas mejoras. Con todo, se verá supeditado a la conciencia de quienes manejan los recursos; me refiero a los gobiernos y a las empresas privadas. Es de esperar que tengan a bien observar y valorar, y den su apoyo a que el arte pueda seguir su camino y no sea apartado sin más de nuestra existencia cotidiana.

—¿Qué cree usted que lo está cambiando todo?

Tenemos de una parte los hechos: la pandemia, los conflictos políticos, las dificultades económicas, la falta de equidad, las luchas de las minorías… Uno no sabe bien cómo parte este cambio. Lo que sí es claro es que la humanidad está viviendo una gran revolución interior y exterior, que nace de una insatisfacción acumulada por los siglos. Hay un sistema de creencias que se ha puesto en duda y ya nadie se arrodilla ante nada ni nadie. ¿Qué provocó todo esto? Difícil de decir, pero es seguro que quienes tomaron el poder muchas veces lo ejercieron de manera equivocada y terminaron por abusar. Propongo una famosa frase de Confucio: “Si quieres conocer a alguien, dale poder”. Como humanidad tenemos que cuidar mucho a quiénes le damos poder sobre nuestras decisiones.

—¿Sobre qué es usted optimista?

El optimismo seguramente es lo último que se pierde, pero no se vive solo de ello. Todo debe estar más enfocado a los retos, con la tenacidad como guía. El éxito siempre está en la constancia por alcanzar los proyectos que se desee ejecutar: laborales, de tus afectos, nacionales, internacionales. Y siempre evaluando capacidades sin perder de vista la bondad y la comprensión respecto de lo que es el otro y cuáles han sido sus posibilidades de origen.

—¿Qué pensadores y/o artistas cree usted que están aportando interesantes puntos de vista a la humanidad hoy?

Me voy a referir a una filóloga española, Lola Josa, que ha escrito un maravilloso libro acerca de Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, y que ha realizado una revisión del mismo a la luz de la mística hebrea. A través de su estudio sobre esta maravillosa obra poética, ella hace un llamado a la verdadera búsqueda, que es la comunión con lo eterno. Ella nos invita a entender que toda experiencia amorosa, en cualquiera de sus posibilidades, debería ser lo más consciente posible y movida por un deseo de entrega infinito. Como dice Lola, somos seres humanos, y la humanidad se mide en la experiencia del amor. Y ello requiere de valiente desnudez en todos los sentidos, en todas las posibilidades humanas.

—¿Qué mensaje daría usted a la humanidad del siglo XXI y qué considera clave para el futuro?

Mi mensaje sería que, a pesar de que la tecnología abarca cada vez más y más, no dejemos de lado el contacto humano. Que nunca dejemos de lado la sorpresa de descubrir al otro, y que siempre seamos capaces de ceder a la emoción. El arte es lo único que nos puede ayudar a eso, porque expresa lo mejor del ser humano y porque nos advierte también acerca de lo peor que tenemos en nosotros. MSJ

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Cristina Gallardo-Domâs. Soprano chilena de destacada trayectoria internacional. Intérprete de las óperas de Giacomo Puccini y de títulos verdianos como “La Traviata” y “Simon Boccanegra”. En 2004 recibió el Premio Laurence Olivier del Reino Unido por su interpretación de “Madama Butterfly”.