Día Mundial de los Refugiados: “Cuatro Palabras para Abrir el Mundo”

El Servicio Jesuita a Refugiados y Entreculturas piden a las autoridades estatales y a la comunidad global que incrementen sus esfuerzos para favorecer el acceso de los niños y niñas refugiados a la educación.

El Papa Francisco ha apremiado a la comunidad mundial a adoptar una respuesta compartida frente a la situación mundial de los refugiados, que podría articularse en cuatro palabras: acoger, proteger, promover e integrar. En el Día Mundial de los Refugiados, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y Entreculturas se apoyan en las palabras del Papa Francisco para abogar por la educación de los refugiados mediante la campaña “4 Words to Change the World” (Cuatro Palabras para Abrir el Mundo).

En países como el Líbano, Sudán del Sur, el Chad y la República Centroafricana, el JRS y Entreculturas concretamos estas cuatro palabras en nuestro servicio a las personas desplazadas por la fuerza, en particular a través de proyectos educativos. Con propuestas que van de la educación formal a la informal y de la educación de la primera infancia a la formación de docentes, nuestros programas de educación están encaminados a satisfacer las necesidades de los refugiados e inspirarles esperanza.

La educación desempeña un papel crucial para mantener vidas, e incluso a veces para salvarlas. Tanto en situaciones de emergencia como en las de crisis prolongadas, aquellas en la que los refugiados viven desplazados por largos periodos de tiempo, generaciones enteras pueden perderse debido a la falta de educación.

“Realmente me gusta ir al colegio”, dice Alí, un refugiado sirio que asiste a una de nuestras escuelas en el Líbano. “No quiero dejarlo. Mi única esperanza para el futuro es poder leer y escribir”.

Las escuelas son lugares seguros donde niños y niñas pueden establecer vínculos con sus compañeros, salir adelante superando sus traumas y recuperar un sentido de normalidad y estabilidad, a pesar de su situación de desplazamiento. La educación es una forma de controlar y fomentar su seguridad y bienestar. Asistir a la escuela protege a los niños de riesgos como el trabajo infantil y la explotación sexual, el reclutamiento militar y el matrimonio precoz.

El acceso a la educación preescolar y primaria es particularmente importante, ya que es la base de un proceso de aprendizaje permanente. La educación es esencial para que los niños desplazados desarrollen las herramientas necesarias para desarrollar todo su potencial y así contribuir al crecimiento y la estabilidad de sus comunidades.

Sin embargo, los niños refugiados tienen cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela que los niños que no lo son. Solo el 61% de los niños refugiados tiene acceso a la escuela primaria, en comparación con el 91% de los niños de todo el mundo. Es una necesidad urgente aumentar la cifra de niños refugiados que accedan a la educación.

Con “Cuatro Palabras para Abrir el Mundo”, el JRS y Entreculturas piden a las autoridades estatales y a la comunidad global que incrementen sus esfuerzos para favorecer el acceso de los niños y niñas refugiados a la educación, para que se sientan bienvenidos, promuevan sus habilidades y talentos, sepan que están protegidos y estén preparados para integrarse en sus comunidades de acogida.

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Fuente: http://es.jrs.net

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