Comentario del mes a lo más destacado de la música.
A veces, como en el caso de los dos discos que quiero destacar ahora, me ocurre que la audición de novedades musicales me lleva a la experiencia de reconocer ciertas melodías que he escuchado antes; y en no pocas ocasiones me pasa que no logro recordar, al menos no de inmediato, a quién pertenece la versión original, la que conocí anteriormente. Esto último acontece sobre todo cuando la nueva versión ha logrado el auténtico status de un cover; es decir, cuando la versión no es una mera repetición del original, sino una recreación que a la vez es fiel a su autor. Pues dos deformaciones posibles atentan contra un buen cover: la mera reiteración (y que, por poner un ejemplo, fue el pecado original y permanente del programa de televisión chileno Rojo-Fama contra fama) o, por el otro extremo, el mantener la letra de una canción, pero suplantando su melodía por otra (normalmente, peor que la original). Les recomiendo un par de discos con mejores logros al respecto.
En octubre de 2023 comenté en esta página lo que ahora entiendo como la primera parte de este nuevo disco. Aquel se llama Brexit Music y consiste en una colección de versiones en piano de grandes temas de la música popular británica (de ahí, su ingenioso nombre). Esta segunda parte («augmented») es un EP de cuatro temas. Todo él es una evocación, pero una evocación creativa, que potencia la memoria auditiva y la lanza hacia un nivel superior. Parte con un tema icónico de Sting, «A Thousand Years», que es también el primer corte del gran disco Brand New Day, de 1999. Me transporta a sensaciones propias de esa época: aquel viaje en bus a Santiago desde La Serena, en que descubrí este tema en todos sus detalles, gracias a un walkman para cassettes. Lo sigue una versión de «Your Song» del disco homónimo de Elton John de 1970. Parte muy bien, para mi gusto, pues Trotignon aborda con fina sensibilidad el espíritu original de esta bella y muy romántica canción; pero en un segundo momento me parece que yerra el camino, intentando un repaso de la melodía en otra clave, más jazzística e incluso, diría yo, más rockera, sacando al oyente hacia un territorio tan distinto, que resulta ser más bien un extravío. El tercer tema de esta selección de la tradición pop británica es nada menos que Yesterday, de Lennon y McCartney, al que brinda una versión poco ambiciosa, tal vez pensando (equivocadamente, a mi parecer) que, siendo de por sí tan hermosa la canción, no sería necesario esforzarse demasiado para darle una digna interpretación… El EP cierra con «Daydreaming», del noveno álbum de Radiohead, A Moon Shaped Pool, de 2016. La versión dista notablemente de la potencia de la original, aunque ello no llega a empañar lo acertado de la intuición fundacional de Brexit, ni de esta interpretación en particular.
Los que más me conocen saben que nunca he sido machista, pero me aburren mortalmente los discursos de ciertos círculos feministas radicales. Al menos conmigo, no han sido ni son necesarios, de manera que puedo prescindir de ellos sin «el peso de la culpa» (como dice sabiamente mi nieto Simón). Este disco es un auténtico artefacto de feminismo. Stefanie Boltz, cantante alemana, no lo oculta para nada y así presenta en su sitio web la idea-guía de la producción: (las mujeres) «siempre fueron requeridas como musas. Durante siglos, crear arte y música no era menos absurdo para las mujeres que hacer política, jugar fútbol o volar aviones. “Traer personas al mundo” es sin duda su dominio: a pesar de todas las adversidades, músicas fuertes, siguiendo su vocación, han creado durante siglos música de belleza individual. Sin embargo, fueron y son no tan visibles, incluso en tiempos de cuotas y acrobacias de género…». He aquí la razón de fondo de este disco, que empero no me ha aburrido para nada, porque su verdadero valor reside en la belleza de la música que mujeres muy diversas han creado, para el bien de todos, a través de siglos. Un proyecto interesante, además de hermoso, porque hace desfilar ante el oyente melodías hechas y/o interpretadas por mujeres tan variadas como Hildegard von Bingen, Joni Mitchell, Kate Bush o la natural de Viena Alma Mahlers, entre otras. Se podría decir que este disco es todo él una colección de covers, pero en realidad es más que eso; y lo es, creo, no por la intención explícita que lo anima, sino porque nos ofrece piezas musicales de gran factura, que nos han legado personas notables, en este caso desde su femineidad.