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Step 1
América Latina ya sufre los efectos del calentamiento global. Parte de lo que se gasta en daños, se puede invertir para prevenirlos.
El cambio climático ya está provocando daños en América Latina. Se pierden entre 17 mil y 27 mil millones de dólares al año. Pero si se invirtiera entre el 16 y el 25% de ese monto, se podría evitar la pérdida.
Lo señala el Observatorio Iberoamericano de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible en el informe que presenta en la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, que se celebra en La Antigua, ciudad que fue la primera capital de Guatemala.
La decisión es política y les corresponde a los países de la región, más Portugal y España, asumir el compromiso ante un desafío que será creciente, porque el cambio climático ha venido para quedarse. El Observatorio destaca que entre 1970 y 2008 se han perdido más de 80 mil millones de dólares por problemas climáticos como tormentas o sequías, en un continente donde la agricultura representa el 5% del PBI regional. Para evitar parte de los daños que provocará el cambio climático es necesario invertir en infraestructuras que permitan mitigar los efectos y hacer más sustentables las economías. Pese a la poca disponibilidad de los gobiernos a ser previsores e invertir preventivamente, el 70% de los habitantes de la región está convencido de que afrontar los embates del clima es un asunto prioritario.
El agua es uno de los problemas que se debe afrontar. Más de 100 millones de latinoamericanos todavía no disponen de saneamiento adecuado. Entre 12 y 81 millones de personas, además, sufrirán escasez de agua en 2020. La disponibilidad de agua dulce se ha reducido y el incremento de la población incide en la escasez del recurso. También, en este caso, invertir para prevenir sería más conveniente. Se pierde un 1% del producto bruto por la mala gestión del agua. Pero invirtiendo un tercio de esa suma, se podrían evitar tales problemas, señala el Observatorio.
Si bien la región latinoamericana emite apenas el 9% de los gases de efecto invernadero, reducir las emisiones de carbono podría ayudar a mitigar el incremento de las temperaturas o el aumento del nivel del mar con sus consecuentes inundaciones. Se pueden reducir los gases de efecto invernadero producidos por el mal uso de la tierra en la agricultura y el transporte. Restauración y reforestación de bosques e intervenciones en las políticas de transporte privado y público son las medidas que se sugieren.
“Según el Banco Mundial, solo las pérdidas de bienestar por la contaminación del aire con partículas finas representan un 1,5% del PIB en América Latina, y hasta un 4,8% en Europa”, explica el reporte.
El Observatorio destaca otro desafío en la adopción de “medidas urgentes” en el manejo de los residuos. En América Latina se recicla apenas entre el 1 y el 16% de la basura. España y Portugal consiguen reciclar el 30%. “El aprovechamiento de los residuos orgánicos ofrece beneficios ambientales y socioeconómicos al permitir reducir emisiones y al mismo tiempo producir fertilizantes naturales y energía. Este potencial es especialmente relevante en los países latinoamericanos, donde la parte orgánica de los residuos es considerablemente más alta, entre un 50% y un 70% del total”, señala el Observatorio.
El informe también resalta algunos logros. Costa Rica y Uruguay son países líderes en energías renovables. En lo que va del año, ambos países han conseguido producir energía producida 100% por fuentes limpias. También España y Portugal registran importantes resultados en el tema. Por su parte, Chile se está destacando en el desarrollo de energía solar, de la que abunda en su territorio. “Hay muchas [ciudades latinoamericanas] que están siendo líderes del cambio a través de políticas de generación renovable, eficiencia en edificios e innovación ecológica”, se indica en el documento. Sin embargo, es preciso avanzar en ello y seguir invirtiendo e investigando. Los efectos son, además, sociales: “Si invertimos en reducir el impacto del cambio climático, invertimos también en reducir la desigualdad y la vulnerabilidad de la población”, concluye el documento.
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Fuente: http://ciudadnueva.com.ar
