El ascenso de Aliança Catalana y la figura de Sílvia Orriols representan una expresión de la creciente polarización política y la emergencia de discursos extremistas en Cataluña.
El reciente comentario de Sílvia Orriols, fundadora de Aliança Catalana, respecto de su islamofobia, expresado durante una entrevista en un programa de Pilar Rahola, ha suscitado una serie de reacciones y análisis críticos. Orriols, reconocida por su postura islamófoba y antisislamista, argumentó su posición declarando que el temor hacia esta ideología político-religiosa, que percibe como una amenaza global, es racional y comprensible. Tal afirmación refleja una visión sesgada y simplista de la compleja realidad sociopolítica y religiosa, evidenciando una falta de comprensión de los matices y contextos involucrados.
El discurso de Orriols, impregnado de una retórica caótica y descontextualizada, se basa en discursos previamente articulados por élites nacionalistas independentistas en Cataluña. Su postura sobre la inmigración, tildada como una invasión, se enmarca dentro de la teoría conspirativa del gran reemplazo. Esta perspectiva, enraizada en la retórica del miedo y la xenofobia, revela una comprensión superficial y prejuiciosa de las dinámicas migratorias y de identidad.
El discurso de Orriols, impregnado de una retórica caótica y descontextualizada, se basa en discursos previamente articulados por élites nacionalistas independentistas en Cataluña.
El perfil político de Sílvia Orriols, como exmilitante de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el Front Nacional de Catalunya (FNC), refleja una trayectoria marcada por posiciones nacionalistas, antiinmigración e islamófobas. Tras su salida del FNC y la fundación de Aliança Catalana en 2020, ha ejercido un papel destacado en la escena política catalana, siendo actualmente alcaldesa de Ripoll.
El ascenso de Aliança Catalana, una formación de derecha radical independentista, ha sido impulsado en parte por la cobertura mediática proporcionada por medios de comunicación de la derecha y la ultraderecha españolas. Sin embargo, su retórica polarizadora y sus políticas discriminatorias han generado controversia y críticas, especialmente en relación con su postura islamófoba y su visión alarmista de la inmigración.
Orriols ha utilizado recurrentemente la teoría del gran reemplazo para justificar su agenda política, advirtiendo sobre una supuesta amenaza a la identidad catalana y occidental. Sus declaraciones, que vinculan la migración con la violencia y la misoginia islámica, reflejan un discurso xenófobo y alarmista, desprovisto de fundamentos empíricos y basado en prejuicios ideológicos.
Desde una perspectiva económica, Orriols aboga por políticas liberales y una mayor independencia energética para Cataluña, defendiendo la energía nuclear como una alternativa sostenible. Su enfoque en cuestiones de género ha sido ambivalente, aunque ha manifestado su apoyo a los derechos de las mujeres, personas homosexuales y transgénero, aunque con reservas respecto a la Ley Trans.
En definitiva, el ascenso de Aliança Catalana y la figura de Sílvia Orriols representan una expresión de la creciente polarización política y la emergencia de discursos extremistas en Cataluña. Su retórica islamófoba y nacionalista radical, alimentada por teorías conspirativas y prejuicios ideológicos, plantea desafíos significativos para la cohesión social y la convivencia democrática en la región.
Imagen: NYOBE, FreeImages.