“Las mujeres tienen pleno derecho a introducirse activamente en todos los ámbitos”. Denuncia que “las mujeres y los niños están entre las víctimas más frecuentes de una violencia ciega”.
El Papa Francisco denunció cómo “las mujeres, e incluso los niños, están entre las víctimas más frecuentes de una violencia ciega”. Durante la recepción al Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, Bergoglio destacó que “allí donde prevalecen el odio y la violencia, se destroza a las familias y a las sociedades”.
Para el Papa, “las mujeres tienen pleno derecho a introducirse activamente en todos los ámbitos, su derecho va afirmado y protegido también a través de instrumentos legales donde sean necesarios”.
Al respecto, Jorge Bergoglio destacó que “por desgracia vemos cómo la figura de la mujer como educadora para la fraternidad universal está ofuscada, y a menudo no reconocida a causa de tantos males que afligen este mundo y que, en particular, golpean a las mujeres en su dignidad y en su papel”.
Y abogó por “ampliar los espacios de una presencia femenina más incisiva” en todos los campos. “Cuando las mujeres tienen la posibilidad de transmitir sus dones a la comunidad (…) la sociedad resulta positivamente transformada”, subrayó, destacando la “creciente presencia de las mujeres en la vida social, económica y política, y a nivel local, nacional e internacional, así como también eclesial”.
Así, especificó que “la figura de la mujer ha estado siempre en el centro de la educación familiar, pero solo exclusivamente como madre”. En referencia al diálogo interreligioso, valoró que las mujeres se comprometen, a menudo más que los hombres, y que lo hacen “con pleno título, tanto a nivel de experiencia religiosa como a nivel teológico”.
Asimismo, advirtió que la contribución de las mujeres no se tiene que limitar a “argumentos femeninos” o a “encuentros de solo mujeres”, pues “el diálogo es un camino que la mujer y el hombre deben recorrer juntos”.
“El papel de la mujer en la educación a la fraternidad universal” fue el tema de debate de la plenaria que, en opinión de Francisco, “es de primordial importancia para el camino de la humanidad hacia la fraternidad y la paz, un camino aún por cumplir, para nada llano, sino que está marcado por dificultades y obstáculos”.
En este punto, el Papa pidió “valorizar el papel de la mujer, educar a la fraternidad y dialogar”, lamentando el odio y la violencia contra mujeres y niños:
“Lamentablemente, vemos cómo hoy la figura de la mujer en cuanto educadora de la fraternidad universal está ensombrecida y a menudo no es reconocida, debido a tantos males que afligen a este mundo y que golpean en especial a las mujeres en su dignidad y en su papel. En efecto, las mujeres, e incluso los niños, están entre las víctimas más frecuentes de una violencia ciega”.
“Allí donde prevalecen el odio y la violencia, se destroza a las familias y a las sociedades, impidiendo a la mujer que desarrolle, en comunión de intenciones y de acción con el hombre, su misión de educadora de forma serena y eficaz”.
“Reflexionando sobre el tema que han afrontado, quisiera detenerme en especial sobre tres aspectos: valorizar el papel de la mujer, educar a la fraternidad y dialogar”.
El Santo Padre concluyó su discurso agradeciendo y animando a los miembros, consultores y colaboradores del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, porque desarrollan un servicio precioso. Y les deseó que sigan tejiendo la delicada tela del diálogo con todos los “buscadores de Dios” y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
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Fuente: Agencias / www.periodistadigital.com/religion