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Tras el Ángelus, Francisco habló de su próximo viaje a Dubái para la cumbre sobre el cambio climático y saludó a los jóvenes que celebraban la Jornada Mundial de la Juventud a nivel diocesano.
No son solo los misiles y las horribles masacres contra las personas, inermes, los tanques que avanzan y disparan en los inmensos espacios de Ucrania o en los barrancos de un barrio de Gaza. Hay “otro gran peligro”, el clima, que amenaza al mundo, que requiere la mayor atención y sobre todo compromiso. Esto es lo que el Papa se dispone a pedir a los líderes mundiales el próximo fin de semana, cuando volará a Dubái para intervenir en la COP28, la cumbre de la ONU dedicada a este tema.
El cambio climático “pone en peligro la vida en la Tierra, especialmente a las generaciones futuras”, reitera Francisco en el discurso posterior al Ángelus, tomando prestada la voz del jefe de la Secretaría de Estado, monseñor Paolo Braida, que le ayuda con la lectura de los textos antes y después de la oración mariana, debido al estado gripal que aqueja al Papa. “Por lo tanto, el próximo fin de semana viajaré a los Emiratos Árabes Unidos para intervenir el sábado en la COP28 en Dubái. Agradezco a todos los que acompañarán este viaje con la oración y con el compromiso de tomar muy en serio la salvaguardia de la casa común”.
El cambio climático “pone en peligro la vida en la Tierra, especialmente a las generaciones futuras”.
Entre los pensamientos del pasado domingo no faltó el dirigido a los chicos y chicas que estaban celebrando la 38ª Jornada Mundial de la Juventud en todo el mundo, a nivel de Iglesias particulares. El tema, recordó Francisco, es “Felices en la esperanza”, en continuidad con la JMJ de Lisboa, y desde el Papa llega un “abrazo a los jóvenes, presentes y futuros del mundo” y un aliento “a ser protagonistas alegres de la vida de la Iglesia”.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.
