Los pueblos originarios tienen una gran experiencia en el cuidado de la naturaleza. Ganadería y agroindustria incrementan el calentamiento global.
“Por primera vez, los principales científicos del mundo han confirmado lo que siempre hemos sabido: respetar los derechos a la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales es una solución inmediata y práctica para el cambio climático”. Lo afirma Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, en un correo electrónico a Motherboard. Para evitar una crisis climática en toda regla y la escasez mundial de alimentos, terminar con el uso de combustibles fósiles no será suficiente: también debemos restaurar y preservar las tierras, y cambiar drásticamente la forma en que comemos, dice un nuevo informe de la ONU.
El mundo debe tomar medidas urgentes y dejar de talar bosques tropicales, drenar turberas, expandir desiertos y degradar suelos, y cambiar la forma en que producimos y gestionamos alimentos, o arriesgarnos a no poder alimentarnos, según un Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) llamado “Informe especial sobre el clima y la tierra”, escrito por más de 100 científicos de 52 países.
Dos años después, el informe extrae sus datos de más de 7 mil artículos científicos. Más de la mitad de los autores son de países en desarrollo, y el informe destaca por incluir las contribuciones vitales de los pueblos indígenas y las comunidades locales. El informe del IPCC deja en claro que el mundo necesita transformar su relación con la tierra si queremos sobrevivir como especie, dijo Tauli-Corpuz: “Los pueblos indígenas pueden liderar esta transformación”.
Los humanos han aumentado nuestra huella al 73% de la superficie libre de hielo del planeta, transformándola de sumideros de carbono no cultivados en grandes emisores de gases de efecto invernadero. En menos de cincuenta años, más de 5,17 millones de km cuadrados de bosque se han convertido en agricultura, gran parte intensiva y que utiliza pesticidas, compacta el suelo y aumenta la erosión. Al mismo tiempo, el consumo de carne se ha duplicado, reemplazando las formas vegetales de proteínas y dando como resultado un aumento del 70% en las emisiones de metano del ganado vacuno y ovino. Simplemente reemplazar la proteína de carne con porotos, lentejas y nueces puede tener un impacto significativo, según el informe.
El modelado científico indica que necesitaremos grandes áreas de tierra para extraer dióxido de carbono del aire y limitar el calentamiento a 1.5 C°. Los pueblos indígenas ya manejan al menos el 22%, o 218 giga toneladas, del carbono total que se encuentra en los bosques tropicales y subtropicales, dijo una alianza de líderes indígenas y comunitarios de 42 países en un mensaje a los responsables políticos. Según el Banco Mundial, los pueblos indígenas poseen, ocupan o utilizan una cuarta parte de la superficie del mundo y protegen el 80% de la biodiversidad restante del mundo. Los gobiernos coloniales reconocen formalmente sus derechos de propiedad a solo el 10%.
El informe del IPCC encontró que las combinaciones innovadoras de conocimiento indígena, local y científico pueden contribuir a superar los desafíos combinados del cambio climático y la desertificación, y además citó el conocimiento indígena, la administración de la tierra y los derechos a la tierra como posibles soluciones.
Los programas de titulación y reconocimiento de tierras, particularmente aquellos que autorizan y respetan la tenencia indígena y comunitaria, pueden conducir a una mejor gestión de los bosques, incluso para el almacenamiento de carbono, principalmente al proporcionar mecanismos legalmente seguros para las exclusiones de otros, dijo una copia filtrada del informe, aunque esto fue eliminado de la versión final.
El informe también recomienda prácticas agroecológicas tradicionales como el manejo local de bosques, agua, suelo y fertilidad, uso local de semillas, pastoreo mejorado y restauración ecológica basada en el conocimiento y las prácticas indígenas. Hallazgos similares del grupo de expertos francés IDDRI, en diciembre pasado, mostraron que un sistema alimentario agroecológico en Europa podría reducir las emisiones en un 40% en comparación con las emisiones en 2010. “Hemos gestionado de manera sostenible nuestras tierras y bosques durante generaciones”, dijo Tauli-Corpuz. “Si se reconocen nuestros derechos, podemos continuar haciéndolo para las generaciones venideras. Y si el mundo aprende de nuestro conocimiento tradicional, aún puede haber esperanza para todos nosotros”.
_________________________
Fuente: https://ciudadnueva.com.ar