En respuesta a la escalada de violencia en el país en 2022, la organización llevó a cabo una evaluación de necesidades para entender cómo podían servir a la comunidad de la manera más eficaz.
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) Mozambique pondrá pronto en marcha un programa de educación infantil en el país, al servicio de los niños desplazados que viven en su comunidad. “Nuestro equipo está asegurando las paredes de bambú, montando pupitres e instalando un tanque lleno de agua potable”, dijo Helder Macingarela, director en Funciones del Proyecto del JRS Mozambique.
En respuesta a la escalada de violencia en el país en 2022, el JRS Mozambique llevó a cabo una evaluación de necesidades para entender cómo podían servir a la comunidad de la manera más eficaz.
Se hizo evidente la necesidad de proporcionar espacios temporales de aprendizaje y recursos para que los niños pudieran asistir a la escuela dado que en situaciones de desplazamiento, los niños son especialmente vulnerables. Por desgracia, a menudo sufren y son testigos de múltiples violaciones de los derechos humanos, como asesinatos, separación familiar, secuestros, reclutamiento de niños, violencia de género, pérdida de educación e insuficiente acceso a los servicios básicos y a las instalaciones sanitarias básicas.
Se hizo evidente la necesidad de proporcionar espacios temporales de aprendizaje y recursos para que los niños pudieran asistir a la escuela dado que en situaciones de desplazamiento, los niños son especialmente vulnerables.
Para hacer frente a estos retos, el JRS Mozambique está abriendo un centro de educación infantil y un centro comunitario polivalente. “Partimos de cero”, dijo Helder. “Aquí no hay escuelas ni clínicas que la gente pueda utilizar”. El JRS Mozambique ya ha reclutado maestros para el nuevo centro educativo y, en estos días, inscribirán a sus estudiantes.
Otra parte integral y práctica de la creación de estos dos centros en la comunidad de acogida de Maningane fue garantizar que los alumnos y la comunidad tuvieran acceso regular a agua potable.
“La comunidad de acogida de Maningane y la comunidad de desplazados internos se alegran cuando se dan cuenta de que el JRS está ahí para ayudar”, dijo Helder. “Ven que estamos aquí para quedarnos, que los escuchamos y respondemos a sus preocupaciones”.
Estos proyectos fueron implementados con el apoyo del Fondo para las Mayores Necesidades del JRS/EE.UU.
Desde 2017, los intensos combates han obligado a más de un millón de mozambiqueños a abandonar sus hogares. La presencia de grupos armados no estatales, los fenómenos meteorológicos extremos, las disparidades socioeconómicas y las tensiones culturales han contribuido a la creciente crisis humanitaria y al desplazamiento interno masivo.
El JRS está presente en Mozambique desde 2021 y en la zona norte del país ofrece servicios educativos, de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS), y sesiones de sensibilización sobre prácticas de higiene y saneamiento. El equipo también mantuvo encuentros regulares con desplazados internos y líderes de la comunidad de acogida para comprobar cómo estaban afrontando los retos y el estrés del desplazamiento, así como dónde el JRS podía acompañarlos en ese proceso.
El JRS Mozambique se compromete no solo a acompañar a los desplazados y a la comunidad de acogida, sino también a garantizar que las personas reciban las herramientas necesarias para convertirse en líderes y allanar el camino para el futuro de su propia comunidad.
* Esta noticia fue originalmente publicada por el JRS/EE.UU.
Fuente: https://jrs.net/es / Imagen: Servicio Jesuita a Refugiados.