En el marco de los esfuerzos del Papa Francisco por detener la guerra en Ucrania, el Vaticano propuso una nueva “Conferencia de Helsinki”, en referencia a la serie de encuentros que entre 1973 y 1975 reunieron al Vaticano, países europeos, la por entonces Unión Soviética, Estados Unidos y Canadá para acordar la inviolabilidad territorial, límites al uso de la fuerza militar y respeto de la soberanía de los firmantes.
El pontífice viene afirmando que está dispuesto “a todo” con tal de detener la invasión rusa, pero hasta ahora todas las gestiones diplomáticas reservadas que realizó el Vaticano no arrojaron resultados. En ese marco, su ministro de Asuntos Exteriores, monseñor Paul Gallagher, tenía previsto ir a Kiev a principios de abril, pero contrajo COVID y ahora Francisco evalúa enviarlo en los próximos días.
“Hoy es necesaria una nueva Conferencia de Helsinki”, propuso este fin de semana el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin, en encuentros en la Santa Sede, informaron fuentes diplomáticas.
Parolin, considerado el “número dos” de la Santa Sede y negociador del Papa para temas internacionales como la relación con China o la crisis en Venezuela, lanzó el primer apoyo vaticano a una conferencia internacional con la que se pueda reencauzar el diálogo entre Ucrania y Rusia para poner fin al conflicto iniciado a fines de febrero.
El apoyo del Vaticano a una mesa de negociación que incluya a Rusia y, en la práctica, a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se dio horas antes de que el Papa Francisco planteara públicamente sus dudas sobre la eficacia de las actuales conversaciones de paz para resolver el conflicto.
“Mientras asistimos a una macabra regresión de la humanidad, me pregunto, junto a tanta gente angustiada, si realmente buscamos la paz; si existe la voluntad de evitar una continua escalada militar y verbal; si hacemos todo lo posible por silenciar las armas”, planteó el Papa este domingo al recitar la oración del Regina Coeli desde el Palacio Apostólico vaticano.
El domingo pasado, en tanto, casi en simultáneo que el pontífice pedía por corredores humanitarios en la zona de Mariúpol, las tropas rusas de invasión empezaron a abrir pasos seguros para evacuar a civiles.
Desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, el Papa ya se refirió públicamente 38 veces a la guerra, con fuertes críticas al accionar de Moscú, y centrado en los pedidos para frenar la violencia, asegurar corredores humanitarios a civiles y retomar el diálogo entre las partes con ayuda internacional. (RD/Agencias)
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Fuente: www.religiondigital.org