Estados Unidos acude muy dividido este martes 8 de noviembre a las urnas para elegir —en lo que el presidente Joe Biden calificó como “las elecciones más importantes de sus vidas”— a 435 nuevos miembros de la Cámara de Representantes y a 35 de los 100 del Senado.
Igual de dividido que aparece en la cuestión religiosa identitaria, ya que, para el 45% de la población, Estados Unidos ser una “nación cristiana” hoy, como consideran que era el deseo de los padres fundadores del país, aunque, según una encuesta difundida por el Pew Research Center, también encuentra opiniones muy diferentes sobre lo que significa ser una “nación cristiana” y apoyar el “nacionalismo cristiano”.
AUGE DEL NACIONALISMO CRISTIANO
Según este estudio, “un número cada vez mayor de líderes religiosos y políticos está adoptando la etiqueta de ‘nacionalista cristiano’”, mientras que “en el otro lado del debate, sin embargo, muchos estadounidenses —incluidos los líderes de muchas iglesias cristianas— se han opuesto al nacionalismo cristiano, calificándolo de ‘peligro’ para el país”.
“Por ejemplo, muchos partidarios de la nación cristiana definen el concepto en términos amplios, como la idea de que el país se guía por valores cristianos. Los que dicen que Estados Unidos no debería ser una nación cristiana, en cambio, se inclinan mucho más por definir una nación cristiana como aquella en la que las leyes consagran explícitamente las enseñanzas religiosas”, apunta la encuesta.
Muchos partidarios de la nación cristiana definen el concepto en términos amplios, como la idea de que el país se guía por valores cristianos.
RESERVAS SOBRE LA MEZCLA ENTRE RELIGIÓN Y POLÍTICA
“En general, seis de cada diez adultos estadounidenses —incluidos casi siete de cada diez cristianos— dicen que creen que los fundadores ‘tenían la intención original’ de que Estados Unidos fuera una nación cristiana. Y el 45% de los adultos estadounidenses —incluyendo cerca de seis de cada diez cristianos— dicen creer que el país ‘debería ser’ una nación cristiana. Un tercio dice que Estados Unidos ‘es ahora’ una nación cristiana”.
Pero, al mismo tiempo, “una gran mayoría del público expresa algunas reservas sobre la mezcla de religión y gobierno”, advierte el Pew Centre, cuya encuesta revela que, “por ejemplo, cerca de tres cuartas partes de los adultos estadounidenses (77%) dicen que las iglesias y otros lugares de culto no deberían respaldar a los candidatos a cargos políticos. Dos tercios (67%) dicen que las instituciones religiosas deberían mantenerse al margen de los asuntos políticos en lugar de expresar sus opiniones sobre cuestiones sociales o políticas cotidianas”. En definitiva, “hay mucho más apoyo a la idea de la separación de la Iglesia y el Estado que oposición a ella entre los estadounidenses en general”.
Fuente: www.religiondigital.org / Imagen: Pexels.