En las XXIII Jornadas de Migración y Refugio, que organiza el Instituto Católico Chileno de Migración, INCAMI, se abordó cómo será la implementación de la primera Política Nacional de Migración y Extranjería que existe en Chile, desde las perspectivas del territorio y lo comunicacional.
Además, se valoró que esta nueva normativa entregue, por primera vez, lineamientos desde el Estado para abordar la movilidad humana desde una perspectiva multidimensional.
Por esta razón, el 24 de agosto, se dieron cita, distintos organismos internacionales, representantes de gobiernos locales, organizaciones migrantes y promigrantes, delegaciones de INCAMI de todo el país, y el Servicio Nacional de Migración y Extranjería (SERMIG), en el marco de las jornadas, que se realizan desde 1997, con el fin de incidir en la discusión pública respecto de la materia.
El presidente de INCAMI, Mons. Moisés Atisha, explicó que estas jornadas se realizan para “reflexionar sobre las redes migrantes, no solo compartir teorías, sino construir tejido social y de esa manera influenciar en nuestra patria que la acogida, el recibimiento del migrante, sea para el enriquecimiento mutuo. Lo hacemos —explica— en el espíritu que el Papa Francisco nos ha descrito en su encíclica Fratelli Tutti, de ser constructores de una amistad cívica”.
Uno de los momentos más importantes de la jornada fue cuando se expusieron ante el SERMIG los resultados de un trabajo mancomunado entre los representantes de 27 oficinas municipales de migración —17 de la RM y 10 de otras regiones del país— y delegados y delegadas de INCAMI, junto a la Fundación Ciudadanía Inteligente, encargada de guiar la metodología participativa.
Solange Vega, coordinadora de la oficina de migrantes de la Municipalidad de Copiapó, habló en representación de todos los participantes en ese trabajo y explicó las oportunidades, retos y compromisos con los que se quedaron después de dialogar. Estos últimos tienen que ver principalmente con propiciar un mayor trabajo intersectorial, generar más redes de apoyo y empoderar a las comunidades. “Existen varias necesidades, como que haya una mayor dotación de profesionales en el SERMIG, que se sensibilice más sobre la temática a la ciudadanía y se agilicen los trámites migratorios, sobre todo los de casos más urgentes”, precisó.
Por su parte, Eduardo Thayer, director del Servicio Nacional de Migraciones, expresó: “Para nosotros es muy importante estar en permanente diálogo y coordinación, tanto con los gobiernos locales, como con las organizaciones de la sociedad civil. Nos interesa conocer los resultados que se van levantando en las distintas instancias de este tipo, porque nos ayudan a definir lineamientos de nuestro trabajo, a modificar o adaptar cuestiones que no estemos haciendo en la línea precisa, por así decirlo, nos ayuda a encontrar la ruta”.
El panel que llevaba este nombre, contó con la participación de Delfina Lawson, oficial de Protección de ACNUR; Daniela León, oficial de Políticas y Enlace de OIM en Santiago; y las investigadoras y académicas Nairbis Sibrian, de la Universidad del Desarrollo (UDD), y Amaranta Alfaro, de la Universidad Alberto Hurtado; junto a la moderación de la periodista Rayén Araya.
En conjunto, las profesionales destacaron la relevancia de la creación de la nueva Ley de Migración y Extranjería, la que —según indicaron— tiene un enfoque de derechos humanos, de lo que carecía el decreto antiguo de 1975.
Lawson, desde ACNUR, valoró la instancia: “Creemos que estas jornadas son de especial relevancia, porque nos permiten discutir y conversar acerca de las distintas necesidades que tienen las personas en el contexto de la movilidad, entendiendo que todos y todas llegan a Chile por razones distintas”.
“Estas jornadas son de especial relevancia, porque nos permiten discutir y conversar acerca de las distintas necesidades que tienen las personas en el contexto de la movilidad”.
Además, Sibrian y Alfaro, investigadoras del proyecto “Exposición a discursos de odio en medios y redes sociales de comunidades migrantes en Chile”, financiado por UDD, analizaron la relevancia de los medios comunicación en cómo la población nacional acoge la llegada de migrantes al territorio, y también en la correcta interpretación de esta política o cualquier otra que trate sobre esta temática.
Para Susana Aguero, oficial de Cooperación Internacional y Desarrollo, de la Delegación de la Unión Europea en Chile, es importante “apoyar estos procesos, con los países y la sociedad civil, para generar espacios de diálogo, incidencia y protección, para todas las comunidades, tanto para las que reciben, como para las que llegan. En conjunto podemos trabajar de manera más unida para lograr un impacto positivo en todos los países de la región y del mundo”.
Desde la Fundación Avina, su responsable País, Pamela Ríos, sostuvo: “Lo que impulsamos en espacios como este es que distintos actores puedan estar trabajando en conjunto, compartiendo sus visiones. Creemos que este 2023 eso se cumplió con creces y quedamos esperanzados con los resultados del trabajo práctico y el diálogo que nos hizo reflexionar de manera profunda sobre cómo se implementará esta política”.
Una vez más, las Jornadas contaron con el apoyo del SERMIG, el ACNUR, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, la Unión Europea, la Red CLAMOR, el proyecto “CRISOL: Movilidad Humana y Derechos”, la Fundación Konrad Adenauer Stiftung, la Fundación Avina, y el Observatorio Ciudadano.
— Puedes ver la grabación de las XXIII Jornadas de Migración y Refugio, a continuación:
Fuente: Comunicaciones INCAMI / www.iglesia.cl / Imagen: INCAMI.