Falleció a los 93 años. Participó en el Concilio Vaticano II. Crítico con la doctrina sobre la infalibilidad pontificia. En 1979 se le revocó la autorización para enseñar teología católica. En 2005 el encuentro con Benedicto XVI en un clima amistoso.
Falleció este martes a la edad de 93 años, en su casa de Tubinga en Alemania, el teólogo suizo Hans Küng. Nacido en Sursee el 19 de marzo de 1928, fue ordenado sacerdote en 1954. Tres años más tarde, en su tesis doctoral defendió la convergencia entre católicos y reformados sobre la doctrina de la Justificación: en realidad, argumentó, se afirma lo mismo en diferentes lenguajes. En 1960 se convirtió en profesor titular de la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Tubinga y posteriormente participó en el Concilio Vaticano II como experto, donde tuvo la oportunidad de intercambiar opiniones con Joseph Ratzinger, el futuro Papa Benedicto XVI.
Además de dedicarse al estudio de la historia de las religiones, en particular de las religiones abrahámicas, era conocido por sus posiciones en el campo teológico y moral, que a menudo eran críticas con ciertas cuestiones de la doctrina católica. En particular, se pronunció en contra del dogma de la infalibilidad papal, tal y como lo entendió el Concilio Vaticano I. En 1979, la Congregación para la Doctrina de la Fe le revocó la facultad de enseñar como teólogo católico, pero siguió trabajando como profesor emérito de teología ecuménica en la Universidad de Tubinga.
EL ENCUENTRO ENTRE BENEDICTO XVI Y KÜNG
Küng ha criticado repetidamente tanto a San Juan Pablo II como a Benedicto XVI. Al comienzo del pontificado del Papa Ratzinger, tuvo lugar un encuentro entre ambos en Castel Gandolfo, el 24 de septiembre de 2005. Al informar de ello, el Boletín de la Oficina de Prensa del Vaticano subrayó que el encuentro tuvo lugar “en un clima amistoso”. “Ambas partes estaban de acuerdo en que no tenía sentido en el contexto de la reunión entrar en una disputa sobre cuestiones doctrinales persistentes entre Hans Küng y el Magisterio de la Iglesia Católica”. La conversación se centró en dos temas de “especial interés para el trabajo de Hans Küng: la cuestión del Weltethos (ética mundial) y el diálogo de la razón de las ciencias naturales con la razón de la fe cristiana”. Küng —continúa el comunicado— “subrayó que su proyecto de Weltethos no es en absoluto una construcción intelectual abstracta, sino que pone de relieve los valores morales en los que convergen las grandes religiones del mundo, a pesar de todas las diferencias, y que pueden ser percibidos como criterios válidos —dada su convincente razonabilidad— por la razón secular”. Por su parte, Benedicto XVI había apreciado “el esfuerzo del profesor Küng por contribuir a un renovado reconocimiento de los valores morales esenciales de la humanidad a través del diálogo de las religiones y en el encuentro con la razón secular”, subrayando “que el compromiso por una renovada conciencia de los valores que sostienen la vida humana es también un objetivo importante de su Pontificado”. Al mismo tiempo, el Papa reafirmó su acuerdo con el intento de Küng de “reavivar el diálogo entre la fe y las ciencias naturales y hacer valer, en relación con el pensamiento científico, la razonabilidad y la necesidad de la Gottesfrage (la cuestión sobre Dios)”. Küng —concluye el comunicado— expresó “su aprecio por los esfuerzos del Papa en favor del diálogo de las religiones y también acerca del encuentro con los diferentes grupos sociales del mundo moderno”.
A pesar de este encuentro, las posiciones siguieron siendo distantes en muchos temas, como el celibato sacerdotal, el sacerdocio femenino, la contracepción, la eutanasia.
En sus investigaciones, Küng también analizó la relación entre fe y ciencia, cuestionando las pretensiones de algunas teorías científicas de llegar a certezas absolutas. En los últimos años ralentizó su actividad pública, retirándose a vida privada por motivos de salud.
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Fuente: www.vaticannews.va