Ha iniciado el 6 de marzo la primera Asamblea de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAN), que reúne a más de 40 representantes de Centroamérica y México.
Siguatepeque —ciudad del centro del país—, en la sede del Centro de Formación de Cáritas Honduras, acoge a laicos, consagrados, ministros de la Palabra, diáconos, sacerdotes y obispos para “analizar y reforzar acciones, a la luz del Evangelio, ante los grandes retos socioambientales que enfrentan en esta región mesoamericana”.
Sus organizadores han señalado que “desde Honduras, principal sector económico producción agrícola de la región, seguido por la minería y la maquila, es en un país afectado por el avance de la deforestación y la falta de agua”.
Por ello, la REMAM “lanzará su llamado por acciones a favor de la ‘casa común’ en el territorio mesoamericano, siempre, bajo una propuesta evangelizadora, conforme lo señala su misión: ser la red que, desde el corazón de la Iglesia, está llamada a proteger la vida en plenitud, en sinergia con otras fuerzas humanas empeñadas en el mismo propósito”.
EN ESPÍRITU DE SINODALIDAD
Monseñor Guido Charbonneau, obispo emérito de Choluteca y presidente de la Comisión Nacional de Ecología Integral de Honduras, preside el acto de apertura de la asamblea, que cuenta con la participación de las delegaciones de ocho países: México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá (Nicaragua y Belice sin representantes, por razones de logística, en esta oportunidad).
“El gran objetivo de esta cita es escuchar la participación de las delegaciones de los países, en un espíritu de sinodalidad, a fin de sentir y pensar la realidad de los territorios, para maximizar la articulación de las acciones de los miembros de la REMAM”, han señalado.
“El gran objetivo de esta cita es escuchar la participación de las delegaciones de los países, en un espíritu de sinodalidad, a fin de sentir y pensar la realidad de los territorios”.
Para el trabajo en grupos se realizan dos foros importantes: “La realidad socioambiental Mesoamericana y el reto de la REMAM ante ella”, así como, “experiencias y buenas prácticas que la REMAM ha detectado o animado en los países, para el servicio de la ecología integral”.
NUEVA ESTRUCTURA OPERATIVA
También en una jornada de Eucaristía y oración diaria presentarán y elegirán a los nuevos servicios y ministerios de la organización, entre los que están: Comunicación y difusión; Investigación y reflexión sociopastoral; Asesoría técnica y jurídica; Mesa de aliados estratégicos; Educación y espiritualidad ecológica y asuntos económicos.
Asimismo, en este encuentro participan representantes de entidades miembro de la REMAM, como la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAR), el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (SELACC) y Cáritas zona Camex (América Central y México).
Además, se cuenta con invitados especiales de la Conferencia Episcopal de Honduras, la Pastoral Social, la academia, los pueblos originarios, así como la Pastoral Garífuna hondureña. La asamblea finalizará el viernes, 10 de marzo.
¿CÓMO NACE Y QUÉ ES LA REMAM?
Fue en 2019, del 27 al 3 de octubre. Unos 70 asistentes, reunidos en Ciudad de México, establecieron las bases fundacionales de lo que sería la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM).
En ese entonces laicos, consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos de siete de los ocho países de la región mesoamericana: México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, dieron los primeros pasos de este trabajo articulado, cuyo objetivo es cuidar toda la creación de Dios.
Ya van tres años de camino y el 2 de octubre de 2022 celebraron (y recogieron parte de la cosecha) a partir de las iluminaciones de la Encíclica Laudato si’ (Alabado seas) del Santo Padre Francisco, sobre el cuidado de nuestra “Casa Común”, donde Su Santidad propone “una sana relación con lo creado”, como parte de la “conversión integral de la persona”.
En este periodo, la Red se ha pronunciado sobre diversos problemas que afectan a la región mesoamericana, como la minería de oro, la privatización del agua potable, la violencia contra líderes socio ambientales, la vulnerabilidad de las comunidades pesqueras, entre otros pecados contra la ecología.
De hecho, en 2022 han aprobado un plan de trabajo hasta 2025, que estará enfocado en temas como la conectividad de los pueblos con bosques y agua; el actuar en conjunto frente al cambio climático; crear conciencia de compartir riquezas comunes en biodiversidad y tradición cultural, así como, afrontar problemas ambientales comunes, sumando esfuerzos, actuando con sinodalidad.
Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: ADN CELAM.