Sr. Director
Felicito a Mensaje por el artículo del Dr. Fernando Vio, «Isapres: un debate inconducente y confuso», cuya lectura es indispensable para comprender la crisis de la salud privada en Chile. Es un análisis pormenorizado de las diversas aristas del tema de las isapres, instituciones privadas con fines de lucro, y de la incapacidad de las instituciones públicas y privadas para llegar a un acuerdo que dé solución a ello.
Las Isapres fueron creadas en 1981 siguiendo el paradigma económico de neoliberalismo radical que guio la transformación económica de los Chicago boys, la cual redefiniría las bases del Estado, la economía y la sociedad, y no fue neutral políticamente. El Estado empresario fue desmantelado por las privatizaciones, se alejó al Estado de la economía, incluso de sus funciones regulatorias. El modelo impuso la salud y la educación a las reglas del mercado y privatizó el sistema de pensiones con las afp, instituciones privadas con fines de lucro, siendo estas últimas un caso único en el mundo hasta hoy.
Las isapres —escribe el Dr. Vio— fueron inspiradas en el modelo norteamericano de salud, controlado por las empresas de seguro, industrias de tecnología médica y laboratorios farmacéuticos, que ha sido criticado por su alto costo per cápita (el más alto del mundo) y por sus malos resultados, según los principales indicadores de salud, llegando a ser considerado «un antisistema de salud». Abusan de su poder económico al imponer mayores precios a los programas de salud para embarazadas y adultos mayores; excluyen a las personas con patologías previas o preexistentes; imponen un cobro exagerado de copagos, todo lo cual hace que Chile sea uno de los países con mayor «gasto de bolsillo» en salud del mundo, y rechazan sistemáticamente las licencias médicas.
El poder de las isapres se ha fortalecido por la indiferencias de los gobiernos desde 1990, sin haberlas regulado debida y oportunamente y sin haber fortalecido a los servicios públicos de salud y los hospitales públicos, los cuales no cuentan con las capacidades de infraestructura y de personal para entregar una atención de salud oportuna y de calidad.
El tema de las isapres es un caso más de inercia institucional en el sistema económico, que fractura la sociedad entre una minoría con altos ingresos para pagar la educación y la salud, y tener una previsión que les permite vivir muy bien, y la amplia mayoría de la población, que carece de ellos. Las isapres, junto a las afp y el poder económico surgido de las privatizaciones (y reprivatizaciones), son pilares institucionales de las «escandalosas desigualdades», condenadas por nuestros obispos en 2005 y por la sociedad en la manifestación pacífica del 25 de octubre de 2019.
Carlos Huneeus