Las autoridades del régimen han hecho “de facto” la confiscación de activos y congelamiento de cuentas de la casa de estudios.
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús ante la situación que atraviesa la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua, capital de Nicaragua, han expresado su preocupación ante lo que han considerado “una drástica, inesperada e injusta medida” por parte del Gobierno.
Además, han señalado que las graves acusaciones en contra la Universidad jesuita “son totalmente falsas e infundadas”. Y es que el 15 de agosto de 2023 el Décimo Distrito Penal de Audiencias, Circunscripción Managua, emitió un oficio en el que imputa a la casa de estudio delitos de terrorismo.
Según el oficio, se acusa a la UCA de haber “traicionado la confianza del pueblo nicaragüense” y de “haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige a las Instituciones de la Educación Superior del país”.
Por ende, las autoridades del régimen han hecho “de facto” la confiscación de activos y congelamiento de cuentas de esta Universidad. Por ello, los jesuitas de Centroamérica han indicado que ese es el precio que se paga por “la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense, en consonancia con su lema: la verdad los hará libres (Juan 8, 32)”.
Las autoridades del régimen han hecho “de facto” la confiscación de activos y congelamiento de cuentas de esta Universidad.
La Compañía de Jesús ha destacado “la prestigiosa labor docente e investigativa ejercida por la Universidad durante sus 63 años de existencia”, que ha sido reconocida nacional e internacionalmente, y “se ha realizado conforme la tradición educativa de la Compañía de Jesús y las orientaciones de la Iglesia católica”.
Consideran que esto “no es un hecho aislado”, al contrario, “forma parte de una serie de ataques injustificados en contra de la población nicaragüense y de otras instituciones educativas y sociales de la sociedad civil que están generando un clima de violencia e inseguridad y agudizando la crisis sociopolítica del país”.
Estas acciones hostiles contra la UCA comenzaron en abril de 2018, como “consecuencia de su postura en defensa de la vida de las personas que estaban siendo reprimidas por fuerzas estatales y parapoliciales”.
Al respecto, denuncian que “la UCA ha venido siendo objeto de constante asedio, acoso y hostigamiento de parte de las instituciones gubernamentales nicaragüenses, expresados en mecanismos como la no extensión de certificaciones necesarias para su funcionamiento de parte del Ministerio de Gobernación, Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU)”.
“Se trata de una política gubernamental que está violando sistemáticamente los derechos humanos y parece estar orientada a consolidar un Estado totalitario”, por consiguiente, “es necesario e imprescindible que se le permita a nuestra Universidad ejercer su derecho irrenunciable a la legítima defensa en contra de dichas acusaciones”, toda vez que “la UCA de Nicaragua y los jesuitas que viven en ese país cuentan con el total apoyo de la Provincia de Centro América”.
Los jesuitas de Centroamérica piden al Gobierno de Nicaragua que “sea inmediatamente revertida y corregida la drástica, inesperada e injusta medida adoptada por el órgano judicial”.
Además, piden que “cese la creciente agresión gubernamental en contra de la Universidad y sus integrantes” y “se busque una solución racional en la que impere la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra”.
“Reiteramos el compromiso de la Compañía de Jesús con el pueblo nicaragüense en favor de una educación de calidad incluyente, inspirada en el Evangelio de Jesucristo”, finalizaron.
Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: Pexels.