En editorial de Iglesia.cl, Mons. Santiago Silva afirma que Navidad es la fiesta del encuentro del Dios amoroso con la humanidad que Él ama. Un Niño en un pesebre, ese es el abrazo de Dios para todos los hombres y mujeres de todos los tiempos.
Su nombre no aparece en los titulares del día, pero en Navidad es Jesús “la Noticia”. El nacimiento de Jesús congrega a millones de personas en el mundo para unirse en torno a un mensaje tan sencillo como lleno de hondura: “Hoy les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,11).
Un Niño nos ha nacido, y esta convicción histórica es hoy una certeza de sentido para nuestra vida actual. Un recién nacido es el centro, la causa, el motivo que concentra la atención del mundo, invitándolo a contemplar lo mejor de la vida.
Es cierto que algunas tendencias culturales desplazan a Jesucristo del centro de la Navidad, otros elementos visuales sustituyen —en ocasiones— el pesebre y su significado, y no es difícil que se reduzca la oportunidad de congregarnos en familia a celebrar el nacimiento de Jesús a un encuentro social y al intercambio de regalos. Pero no es por casualidad que es esta la fiesta en que expresamos lo más profundo de nosotros.
La alegría de tener cerca a los seres amados, la nostalgia por quienes están lejos o han partido, la gratitud por la vida, los mejores deseos que formulamos a los que nos rodean…, todo es una manifestación del Espíritu que nos recuerda que Navidad es la fiesta del encuentro, el encuentro del Dios amoroso con la humanidad que Él ama. Un Niño en un pesebre, ese es el abrazo de Dios para todos los hombres y mujeres de todos los tiempos.
Descubrirse y reconocerse amados por Dios es descifrar el verdadero sentido de la Navidad y, a la vez, una invitación a caminar al encuentro de los hermanos que sufren, como lo hicieron los pastores y sabios de oriente hasta encontrar a Jesús en el pesebre.
Como un establo fue hogar para la Sagrada Familia, los que reconocemos al Niño Dios que nace en medio nuestro como Buena Noticia para todo hombre y mujer de hoy, comprometamos nuestro esfuerzo para que Chile sea un hogar para todos.
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Fuente: www.iglesia.cl