Quisiera proponer en este artículo una lectura personal a la poesía de Jorge Teillier, lectura realizada a partir de la tesis de que su poética muestra la irrupción de un nuevo lenguaje o modo de comprender, irrupción que marca el tránsito de una época a otra. El cambio epocal que está señalado por el lenguaje que nace nos permitiría profundizar en distintas aperturas sensibles, espirituales, cognitivas, personales y sociales que surgen de este lenguaje de crisis o de novedades.
El poeta Jorge Teillier, en su poema “Un desconocido” silba en el bosque, expresa lo siguiente:
“Un desconocido silba en el bosque./ Los patios se llenan de niebla./ El padre lee un cuento de hadas/ y el hermano muerto escucha tras la puerta.
Debíamos decir que ya no nos esperen,/ pero hemos cambiado de lenguaje/ y nadie podrá comprender a los que oímos/ a un desconocido silbar en el bosque”(1).
El poeta avizora que, en medio de la crisis representada, en este caso, en la presencia del hermano muerto y en la figura del bosque con niebla, va surgiendo un nuevo lenguaje. Es más, no es un mero nacimiento, sino que es un radical cambio de puntos de ubicación sociocultural, narrativa, espiritual o humana. El lenguaje, como institución humana y como producto cultural, y con los cambios sociales o de época, también ha entrado en crisis. El lenguaje, en la imaginación poética de Teillier, tiene que ver con la comprensión de la audición en cuanto metáfora que señala cómo los sentidos y la vida misma es una puerta de acceso hacia el mundo de los otros. Al cambiar el lenguaje, o al imaginar nuevas formas de pensamiento, surge también la consideración de experimentar una nueva época.
El mismo Teillier ofrece las perspectivas de cómo será el lenguaje para el tiempo de crisis: es aprender a reconocer que lo escuchado, lo narrado, lo vivido o lo creído debe ubicarse en diferentes contextos, rostros o experiencias vitales. Dice Teillier
“Y tú quieres oír, tú quieres entender/. Y yo/ te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes./ Lo que escribo no es para ti, ni para mí/ ni para los iniciados./ Es para la niña que nadie/ saca a bailar, es para los hermanos que afrontan la borrachera y a quienes desdeñan/ los que se creen santos, profetas o poderosos”(2).
La crisis social, política, sanitaria, educativa, cultural, nos posiciona en la ubicación de que lo aprendido (lo que hemos normalizado como aprendizaje o de determinados modos de ser) debe cambiar y transitar hacia los otros rostros, hacia los rostros invisibles u olvidados que, en el caso de Teillier, son la niña que nadie saca a bailar, los hermanos que están emborrachados o los que no se ubican en posiciones de poder. Estamos accediendo al parto de nuevos símbolos humanos y lingüísticos. Por lo tanto ¿desde dónde estamos enunciando el mundo?, ¿en qué vendría a contribuir el discurso filosófico, poético, teológico para pensar otros rostros y otros lenguajes o discursos?, ¿qué significa construir un lenguaje y un pensamiento simbólico como puerta que, abriéndose, permite enseñar o hablar de manera filosóficamente significativa?
Un siguiente verso de Jorge Teillier nos puede ayudar a pensar la situación que estamos intentando diseñar. Dice el poeta de Lautaro:
“Quizás me escucharías/ si supieras que a veces mi lenguaje/ es el del ciruelo que teme compartir sus frutos/ el de los gatos/ que prefieren el tejado/ a las caricias y al plato de leche/ el de la estrella/ que muere para anunciar el Nacimiento”(3).
El poeta es capaz de inventar un nuevo lenguaje, ya no meramente discursivo, sino que anclado en las experiencias cotidianas de las comunidades y de las personas. Es el lenguaje ecológico (ciruelo y sus frutos), el de los animales y de las estrellas. Por tanto, este lenguaje metafórico, sapiencial y simbólico, es aquello que pienso hemos de aprender a diseñar y comunicar. La poesía posee un entramado simbólico y sapiencial que tiene la fuerza de fecundar las prácticas humanas actuales. El nuevo mundo (el cambio de lenguaje o el Nacimiento del lenguaje) viene desde la crisis de las formas de pensamiento y de las prácticas humanas y es en ellas donde podemos dibujar nuevas formas y de dar nuevos colores a la poesía cotidiana. MSJ
(1) Jorge Teillier, Poemas de la realidad secreta: antología (Colección Visor de Poesía, Madrid 2019), 59.
(2) Jorge Teillier, Poemas de la realidad secreta: antología, 174.
(3) Jorge Teillier, Poemas de la realidad secreta: antología, 170.