La refugiada sudanesa se reúne con otros jóvenes y abordan temas importantes, como la violencia de género, la salud mental y la resolución pacífica de conflictos a través de representaciones artísticas.
“Creo que cuando trabajamos juntos o cuando hacemos teatro, intentamos elegir a gente de todas las nacionalidades, para conocer mejor al otro, a la otra persona. Creo que eso es bueno para la paz”, explica Kifah, de 21 años, una refugiada sudanesa que vive en Etiopía. En la capital, Addis Abeba, se reúne con un grupo de jóvenes que abordan temas importantes, como la violencia basada en el género, la salud mental y la resolución pacífica de conflictos a través de representaciones artísticas.
Promover y construir la paz no es solo un tema que Kifah y los demás jóvenes del grupo abordan con representaciones teatrales, desfiles de moda o conciertos, sino que es un proceso que intentan desarrollar reuniéndose en un espacio común con un propósito común. Creando grupos de estudio, o promoviendo los valores de pertenencia y unidad, independientemente de los países de origen o las religiones.
Promover y construir la paz no es solo un tema que Kifah y los demás jóvenes del grupo abordan con representaciones teatrales, desfiles de moda o conciertos, sino que es un proceso que intentan desarrollar reuniéndose en un espacio común con un propósito común.
“Escuchar a la gente y oír sus problemas… aunque no puedas resolverlos, hace que la gente se sienta en paz”, dice Kifah. “A veces surgen conflictos entre nosotros, dentro del grupo. Sin embargo, pasar tiempo juntos, trabajar en estrecha colaboración y compartir un espacio y unos objetivos comunes, nos lleva a resolver las tensiones y a seguir siendo o convertirnos en buenos amigos. Este es solo un ejemplo de cómo el trabajo que hacemos desarrolla relaciones pacíficas encaminadas a la reconciliación”.
Kifah desea un mundo libre de violencia, donde la gente pueda entenderse y convivir en paz.
“Si no hay humanidad, no hay paz, y nadie puede entender al otro. En un mundo sin paz, la gente no puede vivir bien”, dice.
Kifah es una artesana de la paz. Su duro trabajo y su mano gentil unen a la gente y traen paz.
Fuente: https://jrs.net/es / Imagen: Servicio Jesuita a Refugiados.