Discernir los nuevos caminos de evangelización que deberá transitar la Iglesia en la Amazonía, para responder al llamado de Dios y en coherencia con el proceso sinodal, ha sido uno de los asuntos prioritarios.
La tercera jornada de la Asamblea Ordinaria Presencial de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) que inició en Manaos el pasado 8 de agosto y concluye el 11, se ha visto enriquecida por los significativos aportes de cada uno de los participantes, que han buscado identificar líneas de evangelización e itinerarios prioritarios, a modo de apuestas y desafíos.
En este sentido, discernir cuáles son los nuevos caminos de evangelización que deberá transitar la Iglesia en la Amazonía, para responder al llamado de Dios y en coherencia con el proceso sinodal, ha sido uno de los asuntos priorizados por la Asamblea, a partir de las provocaciones suscitadas por el P. Zenildo Lima, como ponente principal, así como de las perspectivas ofrecidas por el P. Justino Sarmento, Peggy Vivas y la Hna. Birgit Weiler, en un primer momento, y por buena parte de los asambleístas, en un segundo momento.
La reflexión y el diálogo en torno a los núcleos temáticos de la CEAMA —donde se abordan varias de las orientaciones de los padres sinodales, consignadas en el Documento Final—, también ha sido un pilar en los trabajos desarrollados bajo la coordinación de Viviana Wilches, quien hace parte del equipo de la Secretaría Ejecutiva de la CEAMA.
De modo particular, en torno a los ejes: educación, cultura y nuevos ministerios, durante la Asamblea se compartieron los avances de los núcleos de inculturación del Evangelio e interculturalidad; ritos amazónicos; ministerio de la mujer; formación de ministerios; educación intercultural; y el Programa Universitario Amazónico (PUAM).
Para Mons. Eugenio Coter, quien hace parte de la delegación de la Iglesia boliviana, “estos días han sido muy intensos, los hemos vivido con la alegría de compartir con los que caminamos y navegamos en la Amazonía”. Asimismo, “nos sentimos desafiados por el cambio climático y el maltrato a este territorio amazónico, sin darse cuenta que no están dañando el pulmón del mundo, sino el corazón del mundo, porque desde la Amazonía se bombea el agua de la tierra al cielo, y se vuelven lluvias que cruzan el hemisferio; porque desde la Amazonía, cuando destruimos la selva, devolvemos al aire la contaminación que había sido limpiada, generando sufrimiento a todos los que la habitan”.
De ahí que la Iglesia no cesa en sus esfuerzos por preservar la “querida Amazonía”, toda vez que “la Amazonía es el corazón del mundo y está en el corazón de la Iglesia (…) que procura que su historia sea también una historia de salvación”.
La Iglesia no cesa en sus esfuerzos por preservar la “querida Amazonía”.
La jornada concluyó con el compartir con agentes de pastoral de la Iglesia local, un espacio de valioso intercambio para seguir alentando la esperanza de recorrer nuevos caminos de evangelización en la Amazonía.
Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: ADEN CELAM.