La Iglesia en Colombia: necesario retomar el camino del diálogo

El Presidente de la Comisión Nacional de paz, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria: “el Consejo Nacional de Paz se ha desplazado a los territorios donde se verificaron lamentables asesinatos de líderes sociales, para expresar allí su solidaridad y buscar soluciones con las mismas comunidades locales”.

Los diálogos entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), iniciados el año pasado en el marco de un acuerdo de cese al fuego bilateral y transitorio que concluyó el 9 de enero, se vieron suspendidos este 29 de enero por decisión del presidente Santos, debido a los últimos atentados que se cometieron el fin de semana anterior contra estaciones de policía, el más grande de ellos perpetrado en la ciudad de Barranquilla.

El presidente del Comité Nacional del Consejo Nacional de Paz (CNP), Reconciliación y Convivencia, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, expresó la necesidad de continuar con los diálogos para asegurar la protección de las comunidades y la estabilidad en el territorio.

EL CONTEXTO

Una vez concluido el cese al fuego de 101 días que fuera monitoreado por la Iglesia católica junto a Naciones Unidas —determinante de una situación de alivio para las comunidades que viven en las zonas donde opera el grupo armado—, se entró en una fase de retorno a la situación de negociar el cese al fuego, pero debido a una serie de atentados cumplidos, primero en el departamento de Arauca, luego en la frontera con Venezuela y en Barranquilla, Soledad y Santa Rosa contra estaciones de policía, el gobierno tomó la decisión de postergar el inicio de la fase de negociaciones que debía iniciar en la semana, en espera de demostraciones de mayor voluntad por parte del ELN: “El gobierno ha sido generoso y ha mostrado voluntad permanente de paz, una voluntad que no puede ser vulnerada”, escribió el Presidente colombiano en su cuenta de twitter.

LA SITUACIÓN DE LOS LÍDERES SOCIALES

En relación con los líderes sociales y defensores de derechos humanos, el presidente de CNP explicó la complejidad de la situación: “Desde que terminaron las negociaciones con las FARC hubo un número importante, más de ciento cincuenta líderes sociales y defensores de derechos humanos asesinados, en muchos territorios donde estuvieron presentes las FARC”.

Una situación, agregó el prelado, que llevó a que exista un clima de mucha preocupación y de muchas exigencias para que se logre garantizar la vida y la seguridad en los territorios en los que estas personas son líderes que trabajan con las comunidades, y muy cerca de las organizaciones sociales que operan con los campesinos, indígenas y comunidades afros, todas comunidades en situación de mucha vulnerabilidad.

“Colombia pasa por un momento de mucha esperanza, pero esta situación de gran riesgo y de gran peligro en estos territorios para los líderes sociales representa uno de los desafíos mayores en la fase posterior de la firma del acuerdo con las FARC”, asegura monseñor Henao.

El presidente del Comité Nacional de Paz explicó asimismo que la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), por su parte, tomó la decisión de seguir acompañando el proceso de negociación con el ELN. La CEC, dijo, “tiene un rol de acompañamiento a las comunidades locales”.

LAS MEDIDAS DE LA IGLESIA

Son veinte las diócesis que están trabajando junto con comités locales en el acompañamiento al proceso, y la Conferencia Episcopal ha realizado un llamado al gobierno para que se manifieste en la continuidad de los diálogos y en asegurar la protección de las comunidades y la estabilidad en el territorio, añadió.

Monseñor Henao Gaviria continúa explicando que por otra parte el Consejo Nacional de Paz se ha desplazado a los territorios donde se verificaron lamentables asesinatos de líderes sociales la semana pasada, para expresar allí su solidaridad y buscar soluciones con las mismas comunidades locales. Tuvo una sesión en Quibdó, en el departamento de Chocó, en la costa pacífica, y está sesionando en Arauca, frontera con Venezuela, para adelantar diálogos en el mismo sentido.

En CNP, sesionando en el departamento de Arauca este 29 de enero, decidió “expresar su solidaridad con la mesa de indígenas, con todo el esfuerzo que se está haciendo para lograr el acuerdo humanitario ya”.

“Sabemos que esta es una región que necesita de los acuerdos de paz, por eso rechazamos los hechos de violencia ocurridos durante el fin de semana y expresamos la solidaridad con los familiares de los fallecidos y esperamos que la mesa se reinicie lo más pronto posible y que se llegue a un cese bilateral indefinido”, manifestó el Comité.

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Fuente: www.vaticannews.va

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