La ola de frío en el norte del mundo confirma el calentamiento global

La explicación es simple, bastaría prestar atención a los científicos. Algo que el presidente de los Estados Unidos no quiere entender.

Fiel a su estilo poco acostumbrado a opinar con base en conocimientos fidedignos, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha querido mofarse de los científicos que insisten en la urgencia de tomar medidas ante el cambio climático en curso, al hacer referencia al frío polar que ha invadido parte de los Estados Unidos. Las imágenes de la ciudad de Chicago semicongelada y de nieve y hielo en New York están dando la vuelta al mundo. El mandatario norteamericano no tuvo mejor ocurrencia que referirse al cambio climático invocando el calor que todo el mundo añora. “Por favor, vuelve rápido, ¡te necesitamos!”, quiso bromear Trump.

Lo que ignora el mandatario de los Estados Unidos, país entre los mayores responsables del incremento de la temperatura global, es que la causa de la ola polar en su país, y en parte del norte del planeta, se debe precisamente al incremento de la temperatura, por encima de los valores normales. El aire más cálido está desplazando hacia Estados Unidos una masa de aire frío. Ocurre como el año pasado, cuando en el invierno boreal, el aire frío que debía estacionarse sobre el Polo Norte fue desplazado más al sur, provocando bajas notables de la temperatura por debajo del círculo ártico, mientras que en la zona del casquete polar la temperatura estaba muy por encima de lo normal.

También este año, los científicos han vuelto a reiterar las explicaciones que, por lo visto, el inquilino de la Casa Blanca rechaza con su acostumbrada falta de conocimiento y de sentido común. El presidente no va más allá de su nariz, y desconoce que picos de frío durante inviernos más cortos se alternan con veranos cada vez más largos y con elevadas temperaturas. Las explicaciones sirven poco. Recuerda un poco el chiste del hombre que ante la noticia de un nuevo aumento del precio de la gasolina respondía: “Y a mí qué me importa, total ¡yo siempre cargo 5 dólares!”.

Mientras líderes ignorantes y egoístas parecen triunfar en demasiados lugares del planeta, sigue siendo urgente —y hay cada vez menos tiempo para hacerlo— tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y prepararse para adecuarse a un incremento de la temperatura y de cambios en el clima que llegaron para quedarse.

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Fuente: http://ciudadnueva.com.ar

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