La Conferencia Internacional sobre Libia del domingo 19 de enero, marcó un primer paso hacia la paz en el país africano, a pesar de que las firmas del primer ministro libio al-Sarraj y el general Haftar faltan en el documento final. Los líderes mundiales han firmado a favor del embargo de armas, siendo la ONU responsable de monitorear el alto al fuego. El Papa hizo un llamado al cese de la violencia.
“Solo un proceso político libio, liderado por Libia, puede poner fin al conflicto y conducir a una paz duradera”. Así lo señala el acuerdo desarrollado por las Naciones Unidas, firmado el domingo 19 de enero por los líderes mundiales reunidos en Berlín, donde discutieron por más de cuatro horas la situación en Libia. En el documento se destaca “el compromiso de abstenerse a interferir en el conflicto armado y en los asuntos internos de Libia”.
La votación más esperada, a pesar de algunas fricciones, finalmente llegó: los países involucrados decidieron no proporcionar más ayuda militar a las partes en guerra. Por lo tanto, votaron a favor del embargo de armas propuesto por la ONU, que ahora tendrá que ser monitoreado con más atención que antes. Con ello, la conferencia abre nuevas esperanzas para un futuro pacífico en Libia.
EL ALTO EL FUEGO
El alto al fuego en el país africano ha sido el primer objetivo logrado, en presencia del primer ministro al-Sarraj y del general Haftar, quienes, aunque no firmaron el documento, designaron a los miembros de la comisión militar “5+5”, la cual, según el plan de acción de las Naciones Unidas, ahora tendrá como tarea vigilar el fin de las hostilidades y, sobre todo, establecer la línea a seguir a las partes en conflicto.
Al final de la reunión, todos los líderes mundiales han deseado que ahora se respete el alto el fuego. Además, aunque no hay espacio en el documento, se ha fortalecido la hipótesis de que se envíe una fuerza de paz internacional a Libia bajo los auspicios de las Naciones Unidas y que involucra particularmente a la Unión Europea. Una propuesta que había sido presentada por el propio al-Sarraj en la víspera de la conferencia internacional.
“¿EL EMBARGO? EN VIGOR DESDE 2011…”
Lorenzo Marinone, experto en los asuntos de África del Norte en el Centro de Estudios Internacionales, declaró que, en cuanto al embargo, “se trata de un compromiso, puestos en negro sobre blanco”, recordando que no es algo nuevo, puesto que para Libia “ha estado en vigor desde 2011”. Según Marinone, el hecho de que el primer ministro al-Sarraj y el general Haftar no hayan firmado, no es sorprendente, dado que la conferencia internacional era liderada por actores extranjeros a Libia.
“No puede excluirse la posibilidad de una tercera figura líbica designada para dar estabilidad y paz al país”, agregó el académico. Asimismo, enfatizó que, por parte de la Unión Europea, durante muchos años “no ha existido una posición unívoca” sobre el país africano, y esta ha sido la razón por la que “han entrado nuevos actores, como Rusia, Turquía y los Emiratos”.
LOS COMENTARIOS DE LOS PARTICIPANTES
Los líderes mundiales presentes en la Conferencia, desde el presidente ruso Vladimir Putin, hasta el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro británico Boris Johnson, han expresado su satisfacción con lo que se ha logrado en la capital alemana. La canciller alemana, Angela Merkel, habló de un “nuevo impulso para la paz”. “No hemos resuelto todos los problemas”, agregó, pero “hemos creado el espíritu, la base para poder proceder en el camino de la ONU”.
La conferencia de Berlín sobre Libia reveló “un fuerte compromiso de todos por una solución pacífica a la crisis”, dijo Antonio Guterres, secretario general de la ONU. “No existe solución militar y todos están de acuerdo con esto, incluso aquellos que pueden tener un papel directo en el conflicto”, afirmó. Estados Unidos, representado por el secretario de Estado Mike Pompeo, deseó la reapertura inmediata de los puertos libios para el petróleo, cerrados por el general Haftar justo en las vísperas de la conferencia de Berlín.
EL LLAMADO DEL PAPA FRANCISCO
El Papa Francisco, al final de la oración mariana del Ángelus, había deseado el éxito de la cumbre de Berlín sobre la crisis en Libia, instando a las partes a tomar un camino capaz de conducir a la paz negociada. “Hoy se celebra una conferencia en Berlín para discutir sobre la crisis en Libia. Espero que esta cumbre, que es tan importante, sea el inicio de un camino hacia el fin de la violencia y una solución negociada que conduzca a la paz y a la tan deseada estabilidad del país”.
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Fuente: www.vaticannews.va