Sr. Director:

El potencial cambio de gabinete ministerial fue una noticia que circuló intensamente durante las últimas semanas. Los comentarios estuvieron mayoritariamente concentrados en qué sectores saldrían fortalecidos o debilitados, y en apuestas sobre potenciales nombres. Sin embargo, con la claridad de conocer el elenco que el Presidente ha decidido que lo acompañe, la importancia del cambio de gabinete es otra.

En primer lugar, es fundamental que el equipo de Gobierno encarne en sus labores cotidianas lo que el Presidente señaló el día domingo recién pasado y que ha repetido en diversas ocasiones, que refiere a la necesidad de diálogo y acuerdos, el cual no esconde ni evita las diferencias. Muchas veces se asocia la necesidad de acuerdos a un escenario irreal donde no se puede discrepar, cuando aquello es parte esencial de la deliberación democrática. Además, diversas encuestas realizadas durante este año muestran el deseo mayoritario de las personas de que se lleguen a acuerdos, aun cuando aquello implique ceder o renunciar a algunos temas (Encuesta Espacio Público-IPSOS), lo que refleja que no es un deseo ingenuo o que no reconoce los costos de hacerlo.

La segunda tarea es hacer presente el Estado en la cotidianeidad de la vida de las personas que habitan nuestro país, especialmente en aquellos temas que los afligen. El contundente triunfo del Rechazo a la propuesta de nueva Constitución no se vincula con el deseo de cambios, el cual sigue presente en la base de nuestro país y que debe ser respondido en diversas líneas de política pública.

En lo anterior, hay que pensar en tareas de corto plazo, sobre todo en aquellas materias que han cobrado mayor importancia en los últimos meses, como es el caso de la economía y la percepción de inseguridad.

Por otro lado, no se pueden olvidar desafíos igual de importantes y que llevan años postergados. Necesitamos un nuevo sistema de pensiones, reformas importantes en salud y un Estado con recursos suficientes para sus tareas.

El desafío del nuevo gabinete es múltiple y en diversas líneas, la política exige actuar en lo cotidiano, en lo pendiente y también en aquello que hay que prever.

Pía Mundaca