Fidel Musiri y otros graduados del curso de Necesidades Especiales de Educación Superior en los Márgenes pavimentan el camino a un futuro mejor para las personas con discapacidad en Malawi.
Los servicios para discapacitados en el campamento de Refugiados de Dzaleka son limitados, pero un alumno de Educación Superior en los Márgenes (HEM, por sus siglas en inglés), Fidel Musiri, está trabajando para subsanar este vacío. En 2011, Fidel fue uno de los primeros miembros de la comunidad en graduarse con un certificado de HEM, un instituto de educación superior implementado conjuntamente por el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y el Jesuit Worldwide Learning (JWL) en el mismo asentamiento. Tras ocho meses de curso, obtuvo el título en Necesidades Especiales de los Módulos de Enseñanza de Servicios Comunitarios (CSLT, por sus siglas en inglés). Fidel creó el Proyecto Umoya para Personas con Discapacidades y el Centro de Cuidados Temporales, dos organizaciones que trabajan para mejorar la vida de las personas con discapacidades en Dzaleka y las aldeas de los alrededores.
Fidel, que vivía con una discapacidad, primero se inscribió en la clase porque quería saber cómo eliminar la discriminación por discapacidad en su comunidad. “Estamos marginados en el campamento porque la gente no entiende que somos iguales”, explica Fidel. Los compañeros de clase de Fidel, la mayoría de los cuales eran padres de niños con discapacidades, tenían anhelos parecidos: hacer de Dzaleka un lugar más acogedor para gente de todo tipo.
Entre otros temas, el módulo de estudio sobre Necesidades Especiales se centró especialmente en los derechos de las personas con discapacidades y en cómo comunicar las necesidades de las personas con discapacidades a la comunidad en general. Después de graduarse, Fidel se embarcó en una campaña en favor de los derechos de las personas con discapacidad. “Mis conocimientos están avalados por un certificado. Gracias al certificado del HEM, los miembros de la comunidad y los socios implementadores me toman en serio”, explica. Con su título en mano, Fidel formó Umoya, se propuso romper barreras y abrir puertas para personas con discapacidad.
Umoya es una organización comunitaria que ayuda y defiende a las personas que viven con discapacidad en el campamento de refugiados de Dzaleka y aldeas vecinas, en Malawi. Umoya se financia con actividades generadoras de ingresos y utiliza estos fondos para ayudar y apoyar a las personas con discapacidades mediante proyectos y servicios. Por ejemplo, cuentan con un proyecto de estiércol porcino, organizan el reparto de ropa, ayudan a construir casas, e incluso facilitan prótesis y hacen derivaciones a clínicas. Umoya incorpora voluntarios de la comunidad para proyectos individuales y ha asistido a más de 500 miembros de la comunidad desde que fue fundada. En 2015, Umoya recibió su Certificado de Constitución del Ministerio de Justicia de Malawi y espera continuar sus proyectos de concienciación sobre la discapacidad en todo el país.
A la vez que Fidel y Umoya amplían sus esfuerzos a nivel nacional, continúan teniendo una fuerte presencia en la comunidad de los campamentos, donde impulsan el Centro de Cuidados Temporales para niños con discapacidad. El centro, patrocinado por el JRS y formado por otros egresados de HEM, brinda servicios de guardería a casi cien niñas y niños en Dzaleka que padecen graves discapacidades mentales y físicas.
Fidel y otros graduados del curso de Necesidades Especiales de HEM pavimentan el camino a un futuro mejor para las personas con discapacidad en Malawi. “La discapacidad no es una incapacidad. Ese es el mensaje que quiero difundir”, concluye Fidel. “Tengo una discapacidad y gracias al curso de Necesidades Especiales del CSLT aprendí a ser un defensor de mi comunidad”.
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Fuente: http://es.jrs.net