Caritas Internationalis prepara una campaña mundial de migración que será lanzada el 27 de septiembre por el Papa Francisco, bajo el lema “Share the Journey” (Compartiendo el viaje). En conversación con el secretario general del organismo, Michel Roy, en la última reunión preparatoria de la campaña en Roma, este hizo un llamado a la Confederación para trabajar por una verdadera “cultura del encuentro”.
¿Cuál es la importancia de la campaña de Migración para Caritas y la Confederación?
Cuando decimos “Share the Journey”, hablamos del encuentro, pero también debemos revisar las causas de la migración, fenómeno que se ha incrementado con los años, es una consecuencia de una globalización organizada por los poderes financieros que ha llevado a que en diferentes partes del mundo haya comunidades que se han empobrecido aún más, lo que motiva a muchos a tener que moverse en busca de una mejor calidad de vida. Es un tema de todos en la Confederación, siento que no solo cada Caritas miembro está preocupada por esto, sino que es una realidad tanto a nivel parroquiano y diocesano, es un trema que ocupa a todos en el mundo.
— ¿Cuál es la recepción que esperan de las Caritas en esta campaña?
Cada Caritas está esperando que hagamos algo en conjunto, sentirse parte de esta gran Familia Humana mundial, que es Caritas Internationalis, en un tema que nos ocupa a todos, si vamos juntos hay una fuerza y sinergia grande que nos puede llevar a cambiar las cosas. La campaña es sobre la acogida y sobretodo la integración, protección y promoción de los emigrantes. Este es uno de los aspectos que queremos trabajar, un cambio de actitud hacia los que llegan. La campaña se lanza el 27 de septiembre por el Papa y a nosotros nos incumbe profundizar ese momento que será muy especial para que la campaña pueda empezar con un pie muy fuerte. Tendrá una duración de dos años y tendremos que estar en un nivel más allá, pasar de la indiferencia al nivel de la apertura en la acogida y luego seguir con ese trabajo, seguir movilizando la red de Caritas. Si logramos movilizar a todos los voluntarios que tenemos en el mundo en las parroquias podemos esperar un gran cambio. Es una responsabilidad colectiva la que tenemos en esta campaña.
— ¿Cuáles es el impacto que buscan lograr al término de la campaña de aquí al 2019?
Nos hemos enfocado en el cambio de actitud tanto individual como colectiva. Uno de los principales problemas que encuentran los migrantes es la indiferencia y el rechazo. La mayoría de los que parten han sufrido mucho y han partido por razones muy dolorosas de violencia y guerras, entre otras; y no podemos aceptar que cuando llegan sean tratados como basura y rechazados. Si logramos generar un cambio de mirada a nivel global por medio de nuestra campaña, creo que habremos hecho mucho para el bien de la humanidad. El Papa Francisco nos invita de una manera permanente a salir al encuentro, a la acogida de los que llegan y esa es nuestra meta.
— ¿Cómo cree que puede incidir la visita del Papa a Latinoamérica en la campaña?
El Papa nos ha dado esta orientación de “cultivar la hospitalidad”, y por lo mismo será el principal rostro de la campaña, lanzándola el 27 de septiembre en la Plaza de San Pedro en Roma. Sin duda que como líder nos alienta y seguramente que en su recorrido por Latinoamérica y Chile habrá mensajes a los migrantes, llamando a la acogida.
— En agosto, se realiza la Conferencia Regional de Caritas América Latina y el Caribe en San Salvador. ¿Qué esperan de ese encuentro?
El Desarrollo Humano Integral se está realizando con mucha fuerza en las Caritas de Latinoamérica y el Caribe, es una oportunidad única para reflexionar sobre nuestro quehacer y los avances que las Caritas de la región van teniendo, sobre todo teniendo como gran marco del encuentro los cincuenta años de la Populorum Progressio y los cien años del nacimiento de Mons. Óscar Romero.
— ¿Cuáles son los desafíos actuales que tienen como Confederación?
En lo interno, trabajar juntos, que las Caritas más grandes, que son mayormente del norte, logren comprender la importancia del trabajo en red dentro de la Confederación. También, que se generen las condiciones para que los miembros más débiles tengan la capacidad de asumir el mandato de trabajar con los más pobres y excluidos. Otro gran desafío de la Confederación, en lo externo, es “Cambiar el mundo”, poner a las personas en primer lugar, que la economía esté al servicio de las personas, que la gente deje de ser considerada como objeto. Trabajar junto a las Naciones Unidas y a otras organizaciones fuertes del mundo que buscan el bienestar y el desarrollo de las comunidades, lo cual es nuestra misión esencial.
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Fuente: www.vicaria.cl / www.iglesia.cl