Marcha religiosa en homenaje a George Floyd.
Miles de personas se congregaron el domingo 14 de junio en el centro de Washington para rezar contra el racismo y la brutalidad policial, en una marcha religiosa que demostró la diversidad y amplitud del movimiento espoleado en EE.UU. por el homicidio de George Floyd y otros afroamericanos.
Los manifestantes se citaron a las 6.00 de la mañana ante el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericanas, en el centro de la ciudad, y marcharon hasta situarse enfrente de la Casa Blanca, en un tramo de calle recién bautizado como la plaza de “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).
“Queríamos convocar algo que no solo estuviera impregnado de rabia, sino que integrara nuestra fe”, dijo uno de los organizadores de la marcha, el reverendo Howard-John Wesley, de la iglesia baptista Alfred Street de Alexandria (Virginia), al diario The Washington Post.
“Rezamos para que toques y pinches los corazones de esta nación. Oh, Dios, muéstrate fuerte, muéstrate en Mineápolis, en Atlanta, en Washington. Señor, quiero ver a mis hijos crecer”, proclamó Wesley durante su sermón ante la multitud en la plaza de “Black Lives Matter”.
Los asistentes, en su mayoría afroamericanos, llenaron varios bloques de la calle 16 con estrictas medidas de separación y con el uso obligatorio de mascarilla, unos requisitos de cuyo cumplimiento se aseguraban periódicamente los organizadores, conscientes de que el Covid-19 ha golpeado especialmente a la población negra en EE.UU.
La sobria manifestación, denominada “Marcha para rezar por la paz y la justicia”, se basó en la idea de que “Dios pide justicia, transforma los corazones y las vidas y restaura la paz”, según la convocatoria difundida en las redes sociales.
“Como cristiano, creo que es nuestro deber ayudar a aquellos que están oprimidos”, aseguró un joven afroamericano que asistió a la marcha, Robert Rivers, a la cadena televisiva local WUSA9.
La principal agrupación por los derechos civiles de EE.UU., la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP), ayudó a la iglesia encabezada por Wesley a organizar la marcha, que llegó tres semanas después de que comenzaran las protestas diarias en Washington por la violencia policial contra los afroamericanos.
La jornada continuó con discursos de integrantes de distintas religiones en la plaza “Black Lives Matter”, y se animó por la tarde con una protesta convocada en el parque Lafayette contiguo a la Casa Blanca, reabierto esta semana después de diez días protegido por una alta valla metálica.
Esa manifestación, que congregó a unas 200 personas en su punto álgido, tenía como objetivo protestar contra el presidente estadounidense, Donald Trump, en su 74 cumpleaños, que fue el domingo y que el mandatario pasó casi entero en su club privado de Bedminster (Nueva Jersey).
Muchos manifestantes expresaron su conmoción por la muerte este fin de semana en Atlanta (Georgia) de otro joven afroamericano, Rayshard Brooks, a manos de un agente policial blanco, que ha sido despedido en medio de una ola de indignación que también ha precipitado la renuncia de la jefa de Policía de la ciudad. (RD/EFE)
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Fuente: www.religiondigital.org