28ª sesión especial del Consejo de Derechos Humanos. Un esfuerzo serio por la paz requeriría gran “valentía, sinceridad y tenacidad”.
Mons. Ivan Jurkovič, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, transmitió el pésame del Papa Francisco por “la escala de tensiones en Tierra Santa y en Medio Oriente y la espiral de violencia que se aleja cada vez más del camino de paz, diálogo y negociaciones”.
El representante de la Santa Sede intervino el pasado 18 de mayo de 2018 en Ginebra, en la 28ª sesión especial del Consejo de Derechos Humanos sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental.
A lo largo de su discurso, el prelado reiteró varias veces que estos eventos demuestran que “la guerra engendra guerra, y la violencia engendra violencia”.
IDENTIDAD ÚNICA
Mons. Jurkovič recordó a la asamblea que debido a que Jerusalén es la Tierra Santa, todos sus habitantes, “musulmanes, cristianos y judíos… tienen una identidad única… y una vocación especial para la paz”.
Efectivamente, la paz es “requisito vital para el pleno disfrute de todos los derechos humanos por parte de todos”, indicó el Observador Permanente de la Santa Sede.
Asimismo, señaló que el florecimiento del hombre depende de la estabilidad que solo viene de la paz. Siendo así, “cada ser humano tiene derecho a disfrutar de la paz y verla restaurada lo más rápido posible”.
‘SÍ’ AL ENCUENTRO Y ‘NO’ AL CONFLICTO
Teniendo en cuenta la necesidad de la paz, el prelado rogó a los habitantes de Tierra Santa, sobre todo, que su imperativa es “trabajar por la paz”, y que este fin debe suplantar “la cuestión de las fronteras”.
Reconociendo el difícil trabajo que implica esta obra, Mons. Ivan Jurkovič dijo que un esfuerzo serio por la paz requeriría gran “valentía, sinceridad y tenacidad”. Estas virtudes —amonestó la Santa Sede a los actores en este conflicto— son necesarias para “decir ‘sí’ al encuentro y ‘no’ al conflicto: ‘sí’ al diálogo y ‘no’ a la violencia; ‘sí’ a las negociaciones y ‘no’ a las hostilidades; ‘sí’ respetar los acuerdos y ‘no’ a los actos de provocación”.
Concluyendo su discurso, el prelado exhortó a que “la sabiduría y la prudencia prevalezcan”. Insistiendo en su tristeza por los difuntos, heridos y familiares, a causa de los recientes acontecimientos en Gaza y Cisjordania, Mons. Jurkovič expresó la prioridad de “prevenir nuevos elementos adicionales de tensión en un panorama global que ya está convulsionado y marcado por muchos conflictos crueles”.
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Fuente: https://es.zenit.org