Razones de seguridad habrían llevado a los golpistas en el poder a suspender, por el momento, los movimientos y actividades de las organizaciones humanitarias y de las agencias de la ONU de las zonas afectadas por las operaciones militares. El Estado Mayor francés, por su parte, hace saber que está preparado para responder a cualquier acción que pueda dañar las bases militares y las sedes diplomáticas francesas en el país.
La situación política en Níger es cada vez más tensa tras el golpe de Estado que, en los últimos meses, ha depuesto al presidente legítimo, Mohamed Bazoum. Una nueva alarma ha saltado con la decisión de la junta militar en el poder de paralizar temporalmente todas las actividades de las organizaciones no gubernamentales y de las agencias de la ONU presentes en el país, en las zonas afectadas por las operaciones militares. El motivo de la iniciativa, según el Ministerio del Interior local, es el deterioro del clima de seguridad en Níger, que también se enfrenta a la violencia perpetrada por diversos grupos yihadistas. No se especifica, sin embargo, a qué zonas afecta la medida.
Por su parte, el Estado Mayor francés ha advertido que “estará listo para responder a cualquier acción destinada a dañar las bases militares y las sedes diplomáticas francesas en el país”. Las declaraciones se producen tras la decisión de la junta militar la semana pasada de despojar al embajador francés, Sylvain Itte, de su inmunidad diplomática y el anuncio de que lo expulsaría del país.
El Estado Mayor francés ha advertido que “estará listo para responder a cualquier acción destinada a dañar las bases militares y las sedes diplomáticas francesas en el país”.
Para suavizar la cuestión, el presidente de Nigeria y de la Cedeao, Tinubu, ha propuesto una transición de nueve meses, advirtiendo sin embargo que las sanciones impuestas al país, no se suavizarán sin “señales positivas” del nuevo régimen de Niamey, que por ahora ha rechazado cualquier mesa de negociación.
La Unión Europea expresó su preocupación por las repercusiones que el golpe de Estado en Níger podría tener en la inestable región del Sahel y en los flujos migratorios. Por ello, en la reunión informal del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores celebrada en Toledo (España), se puso sobre la mesa la incoación de un procedimiento de sanciones contra los golpistas y la continuación de la suspensión de la ayuda al desarrollo al país. La UE también expresó su pleno apoyo a la postura adoptada hasta ahora por la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental de intentar por todos los medios una solución diplomática, insistiendo con firmeza, no obstante, en que la opción militar para resolver la crisis debe seguir siendo una última ratio.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.