Monseñor Alberto Lorenzelli asumió como nuevo Obispo Auxiliar de Santiago y, bajo ese servicio, el domingo presidió su primera misa en la Catedral Metropolitana, la que fue concelebrada por el Administrador Apostólico, monseñor Celestino Aós.
El padre Lorenzelli llegó el domingo 21 de julio a Santiago, procedente de Roma, donde fue consagrado obispo por el Papa Francisco. Su primera actividad fue concurrir al Santuario Nacional de Maipú, donde hizo oración ante la imagen de la Virgen del Carmen, acompañado por monseñor Celestino Aós.
Al referirse a cómo asume este servicio episcopal en Santiago, monseñor Lorenzelli, de la congregación Salesiana, dijo: “Asumo este servicio con toda la preocupación, la trepidación que uno tiene en el momento en que inicia un ministerio importante, y por todo lo que exige, pero también con mucha alegría. Y aquí estoy, para hacer este servicio de acompañamiento a monseñor Celestino y al Pueblo de Dios. Vivo esto como un momento especial en el que el Santo Padre me pide venir a un lugar que considero que es tierra sagrada, vengo con mucha humildad, caminando a pies descalzos, sabiendo que estoy tocando una tierra querida por Dios. Vengo a ponerme al servicio de ver, de escuchar y después de actuar en lo que don Celestino me pedirá y lo voy a hacer con este espíritu de servicio”.
Al comenzar la Eucaristía, monseñor Celestino Aós presentó al nuevo obispo y le dio la bienvenida: “Dios es siempre bueno con nosotros, estábamos esperando el regalo de obispos auxiliares, y ayer ya llegó monseñor Alberto Lorenzelli, que fue consagrado obispo hace pocos días por el Santo Padre en Roma, y que ha venido como Obispo Auxiliar de esta Iglesia en Santiago. Tenemos que acompañarlo con nuestra oración y acogerlo con nuestro cariño. Nosotros estamos contentos y agradecidos a Dios. Será un buen pastor”. Monseñor Lorenzelli agradeció estas palabras, pidió oración para este ministerio que inicia y aseguró su propia oración “por cada uno de ustedes y por nuestra querida diócesis a la cual el Señor nos pide servir y acompañar”.
En la homilía, el nuevo Obispo Auxiliar de Santiago se refirió a los textos del domingo XVI del tiempo ordinario, relativos a la acogida, tanto en el pasaje de Abraham como en el Evangelio, sobre Marta y María. La actitud primera del acoger, dijo, es escuchar a Jesús, “que da sentido a todo lo que nosotros hacemos”.
Añadió que en este tiempo “a nosotros también se nos pide que abramos el corazón, que significa, primero que todo, cuánto nosotros estamos disponibles para acoger la persona de Jesús en nuestra vida, cuánto somos capaces de ponerlo al centro de nuestra historia; cuánto Jesús se hace historia con nosotros en nuestra vida”. Enseguida expresó que por un lado está la acción y por otro la escucha de la Palabra de Dios. “Dios nos pide que seamos de corazón abierto y acogedores de nuestros hermanos, que nuestro prójimo se sienta escuchado y acogido, y que seamos hospitalarios, que nuestra puerta esté abierta para que entren. Ser acogedores también de las necesidades de aquellos que no solo piden cosas materiales”.
Al término de la misa, el obispo Alberto Lorenzelli recibió un cariñoso saludo de todos los presentes en el templo, lleno de feligreses. Se dio todo el tiempo necesario para saludar a la gente, bendecirla y tomarse fotos con los que se lo pedían. Con la llegada de monseñor Lorenzelli ya son dos los obispos auxiliares activos en la Arquidiócesis de Santiago, agregándose a monseñor Cristián Roncagliolo.
En marzo de 2012 hasta enero de 2018, el padre Alberto, de nacionalidad argentina, se desempeñó como Provincial de los Salesianos en Chile, servicio que le permitió conocer la realidad pastoral y social del país. Tras concluir este servicio, el Rector Mayor de los Salesianos lo nombró Director de la Comunidad Salesiana del Vaticano, y en noviembre de 2018 el Papa Francisco lo nombró capellán de la Dirección de los Servicios de Seguridad y Protección civil del Estado de la Ciudad del Vaticano.
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Fuente: www.iglesia.cl