Los tiroteos se intensificaron en varios puntos de la capital, mientras las bandas irrumpían en el aeropuerto Toussaint Louverture, provocando choques armados con el ejército y la policía, y aumentando el estado de alta tensión. Preocupación en Estados Unidos: “Washington sigue de cerca la situación”, declaró el portavoz del Consejo de seguridad nacional, John Kirby.
Nueva jornada de violencia en Puerto Príncipe: grupos armados irrumpieron en las últimas horas en el aeropuerto Toussaint Louverture de la capital, enfrentándose al ejército y la policía, y provocando la cancelación de todos los vuelos de salida y llegada. La situación continuó a lo largo del martes. Las instalaciones del aeropuerto fueron alcanzadas por balas disparadas con armas automáticas, aunque se repelió un intento de intrusión en la pista de aterrizaje, a través de un agujero en el muro de la valla del aeropuerto.
Además, uno de los puestos fijos de la policía que controlan el acceso al aeropuerto fue atacado por miembros de una banda que le prendieron fuego. El balance de los enfrentamientos hasta el momento es de al menos doce muertos y varios heridos.
El lunes, las escuelas y universidades permanecieron cerradas, pero el gobierno haitiano, en un intento de enviar un mensaje tranquilizador a la población de Puerto Príncipe, aseguró que todos los establecimientos públicos y privados estarían operativos durante los tres días en los que se declaró el estado de emergencia y el toque de queda.
En un comunicado firmado por el gabinete de prensa del primer ministro, se recuerda que “con referencia a este estado de emergencia, se ha decretado el toque de queda en todo el Departamento del Oeste, desde las seis de la tarde y hasta las cinco de la mañana”. Por último, el gobierno “llama la atención del público sobre el hecho de que esta medida no se aplica a los agentes del orden en servicio, los bomberos, los conductores de ambulancias, el personal médico y los periodistas debidamente identificados”.
Los disturbios se produjeron tras los asaltos del sábado pasado a las dos mayores prisiones del estado caribeño, en los que al parecer se fugaron casi cuatro mil reclusos, muchos de ellos conocidos delincuentes. En muchos barrios de la ciudad se levantaron barricadas por comandos de encapuchados que prendieron fuego a neumáticos y dispararon ráfagas de armas automáticas.
Los disturbios se produjeron tras los asaltos del sábado pasado a las dos mayores prisiones del estado caribeño, en los que al parecer se fugaron casi cuatro mil reclusos, muchos de ellos conocidos delincuentes.
Ante esta situación, los residentes tuvieron que atrincherarse en sus casas para evitar lo peor. Aún no hay noticias del Primer Ministro Ariel Henry, en Kenia, para firmar un acuerdo para la Misión Multinacional acordada con la ONU, aunque crecen los rumores sobre su inminente regreso al país.
El clima en Puerto Príncipe se ha deteriorado hasta tal punto que la embajada estadounidense ha aconsejado a sus ciudadanos que abandonen el país lo antes posible, mientras que la embajada francesa ha pedido a sus compatriotas que se abstengan de circular por los barrios de la capital haitiana.
“Estados Unidos está muy preocupado por el deterioro de la seguridad en Haití”, dijo el portavoz del Consejo de seguridad nacional, John Kirby, quien en una rueda de prensa subrayó que Washington “está vigilando la situación”.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.