Obispos de EE.UU. y Europa exhortan a frenar las hostilidades en Ucrania

La Comisión de los Obispos de las Conferencias Episcopales de Europa (COMECE) y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) se solidarizaron con la Iglesia y el pueblo de Ucrania, en dos comunicados donde invitan a los fieles a unirse a la oración convocada por el Papa Francisco por el fin de las hostilidades en Ucrania y por la paz en el Viejo Continente. “Por favor, nunca más la guerra”, dijo el Papa al final de la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI, este miércoles, cuando invitó a rezar por la paz en Ucrania y para que “entre los responsables de la Tierra” prevalezca “el diálogo y el bien común”.

El panorama es de una creciente tensión entre las fuerzas militares rusas apostadas en la frontera con Ucrania, un fuerte despliegue de tropas y armas de ambas partes en la zona, fallidos intentos diplomáticos de la comunidad internacional y la amenaza de una guerra en el este europeo que atenaza no solo al pueblo ucraniano sino a toda Europa. No obstante, el anuncio de Estados Unidos y la OTAN que descartan un inminente despliegue de tropas militares para detener la avanzada de Rusia, Ucrania está recibiendo apoyo militar de varios países europeos y de Estados Unidos para reforzar su defensa. Mientras tanto, la Comisión Europea aprobó un nuevo paquete de ayuda financiera a Ucrania de 1.200 millones de euros en préstamos y subvenciones para ayudar al país a “hacer frente a sus necesidades de financiación debidas al conflicto” con Rusia.

EUROPA NO REFUERCE LA DINÁMICA ARMAMENTISTA

“Instamos a la comunidad internacional, incluida la Unión Europea, a renovar su compromiso con la paz y a contribuir activamente en los esfuerzos de diálogo, no demostrando la fuerza y reforzando la dinámica del armamento, sino buscando formas creativas de negociación y de compromiso basado en valores”. Lo escribe el cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la COMECE, en una declaración que a nombre de los obispos europeos expresa la gran preocupación por las actuales tensiones entre los “vecinos” del Este y manifiesta su solidaridad con los hermanos y hermanas de Ucrania.

El también arzobispo de Luxemburgo afirma que la escalada de la retórica y las acciones a las se está asistiendo actualmente suponen una amenaza no solo para el pueblo de Ucrania, sino que también ponen en peligro la paz en todo el Continente Europeo y más allá. “Una posible invasión militar y un posterior conflicto violento —subraya— no solo traería un horrible sufrimiento humano y muerte, sino que también destruiría los logros de varias generaciones en la construcción de la paz y la estabilidad en Europa durante muchos años”.

En el comunicado, Hollerich recuerda la reciente declaración conjunta de los obispos polacos y ucranianos, en la que llaman a los gobernantes a “frenar las hostilidades”, ya que “la guerra es siempre una derrota para la humanidad”. También, apoyan la ayuda financiera aprobada por la Comisión Europea en beneficio de la población de Ucrania.

Por último, haciéndose eco de las palabras del Papa Francisco, la COMECE hace un llamamiento a todas las partes para que dejen de lado los intereses particulares y promuevan pasos que conduzcan al desarme, que fomenten la confianza, buscando una solución pacífica y sostenible a la crisis, basada en un diálogo veraz y arraigada en el derecho internacional.

RESPETO POR LA INTEGRIDAD TERRITORIAL Y POLÍTICA DE UCRANIA

“Con la alarmante situación en Ucrania, hacemos un llamado a todos los líderes para que respeten la integridad territorial y la independencia política de Ucrania y participen en un diálogo constructivo para resolver pacíficamente este conflicto que afecta las vidas y los medios de subsistencia de 43 millones de ucranianos”. Lo escribe, en un comunicado, monseñor David Malloy, obispo de Rockford, y presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la USCCB.

Al lamentar el aumento de las tensiones “a medida que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN consideran la mejor manera de responder a la acumulación masiva de fuerzas y equipos militares rusos en la frontera con Ucrania”, monseñor Malloy, en nombre del episcopado estadounidense, se solidariza y apoya a la Iglesia de Ucrania en este “momento de miedo e incertidumbre”.

El comunicado de la USCCB se refiere a las palabras del Papa Francisco tras la Oración del Ángelus del pasado 23 de enero en las que pidió “a todas las personas de voluntad de elevar oraciones a Dios Todopoderoso para que todas las acciones e iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana” y que las tensiones que está experimentando Ucrania “se resuelvan a través de diálogo internacional serio y no con armas”.

“Unámonos al Santo Padre quien, en su discurso de 2022 ante el cuerpo diplomático, dijo: ‘La confianza recíproca y la disposición para entablar un debate tranquilo deben inspirar a todas las partes en juego, para que se puedan encontrar soluciones aceptables y duraderas en Ucrania’”, concluye Malloy.

ACCIONES POLÍTICAS AL SERVICIO DE LA FRATERNIDAD

También, desde España, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal Juan José Omella, a través de su cuenta en Twitter, se une a la convocatoria del Papa Francisco y a su llamamiento para que las acciones e iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana y no de intereses partidistas. También el vicepresidente, cardenal Carlos Osoro —como señala una nota de la CEE—, se sumó a la iniciativa con un mensaje en su cuenta en Twitter: “El Señor nos regaló la paz y debemos buscarla siempre. En esta jornada de oración convocada por el Papa pedimos por la paz en Ucrania y para que haya diálogo y acuerdos al servicio de la fraternidad humana”.

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Fuente: www.vaticannews.va

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