El Presidente de la Casa Blanca lleva meses presionando al Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que reconsidere su gestión de la guerra en Gaza y alcance un alto el fuego que permita la entrada de alimentos y medicinas en la Franja durante las próximas semanas. También desde la ONU llega una nueva advertencia sobre las desastrosas consecuencias de una invasión de Rafah
Un alto el fuego, una pausa humanitaria de al menos seis semanas y la entrada en la Franja de medicamentos y alimentos para la población. Esto es lo que pide el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, al gobierno israelí, afirmando estar en total desacuerdo con la política de guerra del primer ministro Netanyahu. “No hay excusa para no atender estas necesidades”, afirma el presidente estadounidense. Mientras tanto, se espera para dentro de un par de semanas una reunión entre representantes de los gobiernos israelí y estadounidense para tratar, en particular, la temida invasión de Rafah, donde se han refugiado más de un millón de personas inocentes. El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, informó de que Estados Unidos no había sido informado de la fecha de la invasión. También del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, llega la confirmación, contradiciendo la declaración de Netanyahu, de que no hay fecha fijada para la ofensiva terrestre en la ciudad.
Se espera para dentro de un par de semanas una reunión entre representantes de los gobiernos israelí y estadounidense para tratar, en particular, la temida invasión de Rafah, donde se han refugiado más de un millón de personas inocentes.
Mientras tanto, un ataque aéreo israelí ha alcanzado un edificio del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, durante este miércoles 10 de abril. En el ataque murieron 14 personas, en su mayoría mujeres y niños. El ataque tuvo lugar la última noche antes de Eid al-Fitr, una de las festividades más importantes del calendario islámico, que marca el final del Ramadán. Los heridos fueron trasladados al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, que se encuentra en estado catastrófico, según el testimonio de algunos de los médicos que atendieron a las víctimas del atentado. “Nuestra área de recepción está llena de heridos y la gente está en el suelo, intentamos montar tiendas de triaje fuera de la entrada del hospital, pero incluso allí está lleno de heridos y la capacidad es baja”, dijo el médico a CNN.
Con motivo del Eid al-Fitr, la festividad que pone fin al mes musulmán del Ramadán, el ejército jordano lanzó el martes dulces y juguetes sobre la Franja de Gaza. El lanzamiento lo realizó Jordania de norte a sur junto con Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Países Bajos, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. El Eid al-Fitr dura tres días y es uno de los periodos más esperados del año por los musulmanes: en esta ocasión, es tradicional el intercambio de regalos, especialmente para los niños, así como la preparación de comidas y dulces típicos.
Mientras tanto, la gestión israelí del capítulo humanitario está bajo escrutinio: el gobierno debe responder este miércoles ante el Tribunal Supremo que, a petición de un grupo de ONG, le ordenó justificar su política de asistencia a los civiles.
El Ejecutivo israelí también tiene que hacer frente a las reiteradas amenazas de Irán, tras el ataque a su consulado en Damasco en las últimas semanas: “Israel ha cometido un error”, ha dicho el Líder Supremo, Alí Jamenei, y será castigado. “Israel cometió un error al atacar Siria: los consulados forman parte de las tierras de los países vinculados a ellos, y es como si hubieran atacado nuestra tierra —añadió Kamenei—. Israel pagará las consecuencias”.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.