Pide una clara toma de conciencia sobre la necesidad de adoptar decisiones realmente eficaces para contrastar los cambios climáticos y, al mismo tiempo, combatir la pobreza y promover el desarrollo humano integral.
El vínculo entre los derechos humanos y el desarme nuclear, el preocupante fenómeno del cambio climático: fueron estos los temas tocados por el Papa apenas terminada la oración del Ángelus del segundo domingo de Adviento.
Francisco recuerda la celebración del Día de los Derechos Humanos, instituido por las Naciones Unidas, y lo hace en ocasión de la entrega del Premio Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para abolir las armas nucleares. El Papa subraya “el fuerte vínculo entre los derechos humanos y el desarme nuclear”, y explica que “empeñarse por la tutela de la dignidad de todas las personas, sobre todo de aquellas más débiles y desfavorecidas”, significa también “trabajar con determinación para construir un mundo sin armas nucleares”.
En las palabras del Pontífice vuelve otra vez el tema del cambio climático, “un fenómeno preocupante” —dice— que será tratado en París en la Cumbre “Our Planet Summit”.
“Deseo vivamente que esta Cumbre, así como las otras iniciativas que van en la misma dirección, favorezcan una clara toma de conciencia sobre la necesidad de adoptar decisiones realmente eficaces para contrastar los cambios climáticos y, al mismo tiempo, combatir la pobreza y promover el desarrollo humano integral”, afirma el Santo Padre.
En este contexto, el Papa expresa su cercanía a las poblaciones indias golpeadas por el ciclón Okhi, con un pensamiento especial dirigido a las familias “de los muchísimos pescadores dispersos”; y no olvida a las poblaciones de Albania, extenuadas por graves inundaciones.
TEXTO COMPLETO DE LAS PALABRAS DEL PAPA
Queridos hermanos y hermanas:
Será conferido el Premio Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para abolir las armas nucleares. Tal reconocimiento tiene lugar en coincidencia con el Día de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, y esto subraya el fuerte vínculo entre los derechos humanos y el desarme nuclear. De hecho, empeñarse por la tutela de la dignidad de todas las personas, en modo particular de aquellas más débiles y desfavorecidas, significa también trabajar con determinación para construir un mundo sin armas nucleares. Dios nos dona la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común: tenemos la libertad, la inteligencia y la capacidad de guiar la tecnología, de limitar nuestro poder, al servicio de la paz y del verdadero progreso (cfr. Carta Encíclica Laudato Si’, 78, 112, 202).
Se desarrollará en París la Cumbre “Our Planet Summit”. A dos años de la adopción del Acuerdo de París sobre el clima, esta tiene la intención de renovar el compromiso para su realización y consolidar una estrategia compartida para contrastar el preocupante fenómeno del cambio climático. Deseo vivamente que esta Cumbre, así como las otras iniciativas que van en la misma dirección, favorezcan una clara toma de conciencia sobre la necesidad de adoptar decisiones realmente eficaces para contrastar los cambios climáticos y, al mismo tiempo, combatir la pobreza y promover el desarrollo humano integral.
En este contexto, quisiera expresar mi cercanía a las poblaciones indias golpeadas por el ciclón Okhi, especialmente a las familias de los muchísimos pescadores dispersos; y también a la población de Albania, duramente extenuada por graves inundaciones.
Dirijo mi saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos. En particular a los fieles llegados de Valladolid y Huelva, en España. Saludo a los numerosos grupos de jóvenes y chicos italianos procedentes de Florencia, Carugate, Brembate, Almè, Petosino y Pian Camuno: los aliento a todos a ser alegres testigos del Evangelio.
Les deseo a todos un feliz domingo y buen camino de Adviento, preparando el camino al Señor que viene. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
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Fuente: http://es.radiovaticana.va