Protestas en Nicaragua tras la represión de los días pasados

Las manifestaciones no se deben solo al tema de la reforma de la ley del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, luego derogada. El P. Víctor Rivas de la Conferencia Episcopal de Nicaragua explica la situación para Vatican News.

La tensión se mantiene alta en Nicaragua a pesar de que el gobierno derogó la reforma a la seguridad social que desató la crisis en el país. La represión a las protestas de los jóvenes —a raíz del intento del presidente de reformar la ley de seguro social para sanear el déficit de las arcas del gobierno— generó una crisis que se cobró la vida de al menos 27 personas en menos de una semana.

EL ORIGEN DEL CONFLICTO

El conflicto partió con la aprobación, el pasado 16 de abril por parte del presidente Ortega, de la reforma de la ley del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que preveía un descuento del 5% de las jubilaciones, y un incremento de los aportes de las empresas y los trabajadores.

Una moción que tuvo su contraparte, primeramente, en las universidades, en donde grupos de estudiantes se organizaron en protestas pacíficas, degeneradas, a posteriori, en violencia, represión y muerte.

El padre Víctor Rivas Bustamante de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), explicó para Vatican News la situación en sus orígenes:

“Lo que origina el conflicto es la reforma presidencial sobre la ley del seguro social en la que el presidente decreta, de manera unilateral, que los jubilados tienen que pagar el 5% al seguro, y la suba de la tarifa en el pago del empleador y del empleado al INSS”. Esto, explicó el P. Rivas, “se debe a que la situación del seguro social es decadente, está quebrada, porque los fondos han sido utilizados para otras cosas”. “Ha habido una mala administración de los bienes”.

El pueblo, ante esta situación, y en modo particular los universitarios —es una lucha que surge en las universidades, añade el sacerdote— comienza una huelga, a la que suceden las manifestaciones en contra de la reforma del INSS.

Como es sabido, “el gobierno, como represalia, atacó a los jóvenes. Hubo un enfrentamiento represivo hacia los jóvenes que estaban en contra de la aprobación de esta ley”.

A las protestas de los jóvenes, se sumaron luego tanto las empresas privadas como la Iglesia, convirtiéndose “en una protesta masiva”. Y aunque “el gobierno ha tratado de minimizar todo el asunto”, esto “ha dado lugar a una protesta nacional”.

LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE NICARAGUA

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua se manifestaron, tanto en modo individual como colectivo, contra la violencia y en apoyo de los jóvenes: “Reprobamos todo brote de violencia que enfrenta a los hijos de una misma nación. Las acciones represivas ejecutadas por miembros afines al gobierno alteran la paz”, escribieron el viernes pasado en un comunicado.

Mientras que, por su parte, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) convocó para el lunes 23 de abril en Managua a una marcha por “la paz” a la que asistieron miles de personas, entre ellas, estudiantes, trabajadores y jubilados.

El padre Víctor Rivas Bustamante destacó además el rol de mediador de la CEN entre gobierno, estudiantes y el resto de los sectores de la nación:

“La Conferencia Episcopal de Nicaragua está trabajando para retomar las inquietudes y las demandas de los jóvenes y de los distintos sectores sociales, para plantear al gobierno lo que se está demandando, de modo que el gobierno pueda actuar y cambiar su postura respecto de las situaciones que se están evidenciando”, porque “el problema hoy ya no es solo el INSS”, dice, “sino que abarca también otros temas: se habla de democracia, de libertad de expresión y de muchas otras cosas”.

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Fuente: www.vaticannews.va

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