“Que los hogares sean familias en salida”

Del 16 al 21 de julio se ha celebrado en El Escorial el International Family Encounter (IFE) que ha reunido a 80 laicos ignacianos de CVX expertos en pastoral de familia de 30 países. La Comunidad de Vida Cristiana (CVX) organizó este IFE en colaboración con el Instituto Universitario de la Familia, de la Universidad Pontificia Comillas.

Durante todo el encuentro participó el nuevo Dicasterio de Laicos, Familia y Vida, a través del sacerdote mexicano José Guillermo Gutiérrez, encargado del Dicasterio para Iberoamérica.

El lema del IFE era “Mirad cómo se aman: una respuesta ignaciana laica a la llamada de Amoris Laetitia”. Efectivamente, a lo largo de la exhortación La Alegría del Amor, se percibe como una marca de agua la presencia de la espiritualidad ignaciana. Muy especialmente por el renovado papel central que el Papa Francisco y los dos Sínodos otorgan al discernimiento y al acompañamiento. Por eso, en palabras del padre Gutiérrez, del Dicasterio, “las Comunidades de Vida Cristiana pueden ayudar muy especialmente a comprender y aplicar Amoris Laetitia por la profundidad con que, como familias y laicos, viven la espiritualidad ignaciana”.

Mi labor fue la de dirigir el IFE, junto con la keniata Edel Churu —vicepresidenta mundial de CVX—. En mi intervención, subrayé que “el mundo ignaciano está volcando cada vez con mayor intensidad en todo el mundo toda su espiritualidad, reflexión y creatividad misionera en las fronteras de la familia”.

El IFE puso en común herramientas desarrolladas por la Comunidad de Vida Cristiana en los últimos años. Una de ellas es el “Reloj de la Familia”, creado por la CVX-España en colaboración con el Instituto Universitario de la Familia de Comillas, que se ha extendido por Latinoamérica y ahora da el salto al mundo francófono y anglófono. Otra propuesta original es un juego de mesa para pareja llamado “Duópolis”, creado por CVX-Chile, donde los cónyuges se hacen preguntas de profundidad sobre aspectos esenciales de su vida común.

Francia presentó una iniciativa en la que parejas mixtas formadas por creyentes y escépticos se reúnen con otros matrimonios similares para profundizar en una espiritualidad y sabiduría compartida. Otra experiencia francesa es “Famillie & CO”, que hace que los hogares sean “familias en salida”, las familias abiertas, solidarias y transformadoras de la sociedad que pide el Papa Francisco y toda la Iglesia. Junto con ellas se presentaron otras muchas herramientas innovadoras para una pastoral de familia que ya encarna la “creatividad misionera” a que nos exhorta Amoris Laetitia.

En el IFE se ha constituido una gran red internacional de laicos ignacianos especializados en pastoral familiar, a la que paulatinamente se irán incorporando los 70 países donde tiene presencia la CVX, junto con la colaboración de universidades jesuitas como Comillas. Esa red lleva por nombre Crear Familia y ofrecerá reflexión y formación sobre las claves de la espiritualidad ignaciana para la familia, como es el caso del discernimiento o lo que el padre Pedro Arrupe llamó “familias para los demás”.

Además presentará herramientas pastorales concretas y formación para poder implementarlas en cualquier parroquia, escuela, centro o comunidad de la Iglesia universal. Esa red y herramientas se quieren al servicio de todos y especialmente de las diócesis con la voluntad de sumar a la comunión eclesial.

El padre Gutiérrez, del Dicasterio, llamó “a siempre sumar y no restar en la Iglesia”, hizo una llamada a la participación plena y abierta en la pastoral de todas las diócesis y del conjunto de la Iglesia. Destacó que la nueva pastoral de familia de la Iglesia no es una “pastoral del imperativo sino una pastoral del indicativo: muestra la belleza de la familia; muestra la belleza de la propuesta de Jesús, muestra a las familias que Dios está en su corazón”.

Gutiérrez indicó que “la pastoral familiar no debe hacer compartimentos estancos porque la familia es un todo, hay que relacionarla con toda la pastoral y acción de la Iglesia en todos los campos”. Insistió en que “sin el discernimiento de cada situación concreta, la pastoral de familia yerra”. “Lo esencial es acompañar a las personas concretas. La Iglesia tiene que ofrecer a todos un acompañamiento pastoral: ayudar a madurar la conciencia, a decidir, a ser sujeto moral. En ese camino el Espíritu Santo nos precede y va construyendo en las familias”.

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Fuente: www.periodistadigital.com/religion