Agradecen que la nueva exhortación apostólica actualice las preocupaciones del Papa Francisco por la casa común desde la innovadora encíclica Laudato si’.
Laudate deum, exhortación apostólica publicada por el Papa Francisco el 4 de octubre —Fiesta de san Francisco de Asís— como continuidad de la encíclica Laudato si’, fue bien recibida por la alianza de redes eclesiales para la ecología integral (ENA).
Esta alianza está compuesta por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), Red Eclesial del Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG), Red Eclesial de la Cuenca del Congo, Alianza europea Laudato si’, Asia Pacífico y Oceanía (RAOEN), Redes de EE.UU. y Canadá.
“Acogemos con entusiasmo Laudate deum, como un estímulo muy positivo para el mandato y el ministerio” de estas entidades que hacen vida en los territorios acompañando los clamores de las comunidades de la periferia, afectadas por el extractivismo, narcotráfico, pobreza y olvido gubernamental.
“Acogemos con entusiasmo Laudate deum, como un estímulo muy positivo para el mandato y el ministerio”.
La ENA “agradece enormemente que Laudate deum actualice las preocupaciones del Papa Francisco por nuestra casa común desde la innovadora encíclica de 2015, Laudato si’. Hace ocho años el Papa afirmaba “tan claramente, los Estados nación no han emprendido las acciones necesarias para alcanzar ni siquiera los objetivos limitados establecidos en la COP de París de ese mismo año”.
“Esto se confirmó crudamente apenas el mes pasado, en la Cumbre de Ambición Climática de la ONU, cuando el Secretario General Antonio Guterres dijo a los líderes mundiales que la adicción de la humanidad a los combustibles fósiles había abierto las puertas del infierno”, acotaron.
Para las redes eclesiales “Laudate deum reitera útilmente la urgencia de la emergencia climática a la que nos enfrentamos, señalando cómo la Creación está siendo crucificada hoy en día mientras los políticos, los empresarios —e incluso algunas personas de la Iglesia— no actúan. Resulta inspirador que el Papa Francisco sitúe la crisis climática como el locus theologicus de nuestro tiempo”.
Tanto el Santo Padre como los integrantes de las redes coinciden en que “la crisis climática no puede resolverse a expensas de las poblaciones históricamente excluidas y explotadas por las estructuras económicas mundiales”.
Por eso, han decidido priorizar “el acompañamiento de las luchas de los Pueblos Indígenas por una integridad territorial que les permita definir su propio futuro”.
De hecho, el Nro. 38 de Laudate deum denuncia “un multilateralismo desde abajo”, por eso, “no se puede permitir la dinámica de una economía injusta basada en el extractivismo a costa de los pueblos marginados que colonice incluso la atmósfera”.
Serán esfuerzos que se consolidarán con el trabajo conjunto, porque “las soluciones no vendrán solo de esfuerzos individuales, sino sobre todo de grandes decisiones políticas a nivel nacional e internacional”.
Sobre la ENA, Rigobert Minani Bihuzo, coordinador de esta red de redes, explicó que se trata de “una plataforma para que las redes eclesiales territoriales basadas en la biología de todo el mundo respondan a las necesidades de las comunidades vulnerables”.
El sacerdote ha indicado que “las redes reúnen a movimientos de base basados en la fe y a iglesias locales fundamentadas en el Pensamiento Social Católico en acciones que abordan la búsqueda de la justicia, la paz y los urgentes retos medioambientales”.
Incluso a principio de julio de 2023 “unos 45 representantes de más de media docena de estas redes se reunieron en Roma, en las oficinas vaticanas de San Calisto”, y por ahora, en este tiempo cuando se desarrolla la primera etapa del Sínodo 2021-2024 reiteran su compromiso de “seguir caminando juntos”.
Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: Pexels.