La Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM) cumplió el 2 de octubre tres años desde su fundación. En su marco constitutivo esta instancia tiene la misión de “ser la red que, desde el corazón de la Iglesia, está llamada a proteger la vida en plenitud”.
Después de un rápido proceso en el que se fundaron los capítulos nacionales de Panamá y Costa Rica, la pandemia hizo que las organizaciones miembro tuvieran que atender asuntos urgentes y que el tejer juntos fuera más lento. No obstante, se siguió adelante: profundizando en el conocimiento mutuo, intercambiando información, resistiendo, manteniendo la esperanza y participando en procesos eclesiales a nivel regional y de incidencia a nivel local.
Después de un rápido proceso en el que se fundaron los capítulos nacionales de Panamá y Costa Rica, la pandemia hizo que las organizaciones miembro tuvieran que atender asuntos urgentes y que el tejer juntos fuera más lento.
LA BARCA DE NUESTROS SUEÑOS
Durante estos tres años —según informa ADN-CELAM— la red se ha pronunciado sobre problemáticas que afectan a la región como la minería de oro, la privatización del agua potable, la violencia contra líderes socioambientales y la vulnerabilidad de las comunidades pesqueras.
Este año 2022 la red aprobó su plan de trabajo para los próximos tres años y se prepara para la primera Asamblea de representantes en 2023.
De allí que, con motivo de su tercer aniversario, la REMAM, con apoyo del Centro para la Comunicación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), lanza esta semana la iniciativa “La barca de nuestros sueños”, que tiene como objetivo generar un proceso colectivo de reflexión para motivar a soñar con parresía la región mesoamericana.
Fuente: ADN-CELAM, https://celam.org / www.vaticannews.va / Imagen: Pexels.